Las noches vuelven a tener nueva acción sobre Guayaquil y sus calles, llenas de inseguridad. Esta vez, desde el aire y con una poderosa luz que permite buscar entre la selva de cemento de la ciudad a tantos malandros o gente que, en horas de la noche, intentan hacer de las suyas.

Jairo Lima y su ‘pana’ Miguel Sisalema, quienes hacen de guardianes en un sector de la calle 4 de Noviembre, al suroeste de la ciudad, se sorprendieron la madrugada de ayer cuando una intensa luz que llegaba los iluminaba desde arriba.

Según informaron las Fuerzas Armadas, estos operativos los realiza el Ala de Combate N.º 21 Taura, en cumplimiento del Decreto Ejecutivo N.º 706 que declaró el estado de excepción en Guayaquil, Durán y Samborondón (Guayas), además de las provincia de Santa Elena y Los Ríos.

“Parece la ‘batiseñal’ (la que utiliza el personaje de Batman en Ciudad Gótica)”, dijo Jairo riéndose mientras la luz pasaba de largo. Eran casi la 01:30 y una vecina de ellos abrió la ventana y se asomó. Sobre la ventana de vidrio, la luz hacía ver como si fuese de día.

“Ojalá no sea puro ruido y den resultados de verdad estas acciones”, manifestó Jairo, mientras se dejaba llevar por la curiosidad y seguía con su mirada al helicóptero. A todos ellos les sorprendió también que la intensa luz procedía de la aeronave, que forma parte de las operaciones de reconocimiento y vigilancia que con sobrevuelos nocturnos en Guayaquil.

Además, los militares también han salido a las calles, pero ni siquiera eso tranquiliza a la ciudadanía ante la ola delictiva que azota al país.

En el Puerto Principal, personal militar ejecuta operaciones de control de armas en sectores de alta concurrencia de personas, como en la avenida Olmedo y la zona comercial la Bahía, para precautelar la seguridad de la ciudadanía, contrarrestando los actos delictivos.