La incertidumbre por la desaparición de Joel Wilson Cortez Rodríguez tuvo un final funesto. Tras cuatro días de agonía y búsqueda, al no saber de su paradero, sus familiares lo hallaron la tarde del lunes en uno de los frigoríficos del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil.

El cuerpo del esmeraldeño, de 26 años, fue encontrado el pasado sábado cerca del canal de la muerte, en la cooperativa Janeth Toral, en el noroeste porteño. Aquella mañana, a 200 metros, también estaba el cadáver de un adolescente, sin cabeza ni corazón.

Familiares de Cortez Rodríguez contaron a este Diario que él residía en el bloque 10 de Flor de Bastión y que lo vieron por última vez la tarde del pasado viernes, cuando salió de su casa a vender caramelos.

“Mi hermano era comerciante, vendía en las calles. No sabíamos nada de él, lo buscamos en hospitales, finalmente lo hallamos en la morgue, nos han dicho que lo mataron a tiros y que lo encontraron cerca al canal de la muerte”, expresó entre lágrimas su pariente, tras confirmar que el cuerpo que reposaba en el instituto forense sí era el de su ñaño.

Otra allegada relató que Joel, quien era el tercero de cinco hermanos, nació en la provincia de Esmeraldas, pero que tenía 16 años viviendo en el Puerto Principal, en la casa de su abuela. “Llegó cuando aún era niño, aquí formó su hogar. Tenía dos niños. No sabemos si estaba metido en problemas. Jamás imaginamos que lo íbamos a encontrar muerto”, manifestó.

La víctima fue hallada en medio de la maleza, presentaba varios impactos de proyectil en la cabeza. Será velada y sepultada en esta ciudad.

En la página de la Función Judicial consta que registra un proceso por robo, en 2015.

Hasta el cierre de esta edición, la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, ya sumaba 999 asesinatos en lo que va del año. Los distritos más violentos son Nueva Prosperina, Sur, Pascuales, Portete, Esteros y Florida.