Rosa Olivo, jamás imaginó que los ‘pepazos’ que escuchó a las 12:30 del viernes 10 de marzo del 2023, y que le pusieron los pelos de punta, se los habrían propinado a su esposo y padre de sus tres hijos, Jorge Luis Silva Carrillo, de 36 años.

Luego de las detonaciones y terminado el trámite que realizaba para matricular a dos de sus retoños, salió de las oficinas distrito del Ministerio de Educación, ubicado en la avenida Domingo Comín en el sur de Guayaquil.

La sorpresa que se llevó, por poco, provocó que se desmayara. Junto a la vereda observó el cuerpo de su amado y junto a él la motocicleta en la que se habían movilizado hasta este sector de la ciudad.

“Mi esposo no entró, porque se quedó cuidando la moto. Yo fui a dejar unos papeles para conseguir matrícula para mis hijos, cuando escuché la balacera, pensé que se trataba de un robo. Mi esposo trabajaba conduciendo una tricimoto”, manifestó llorando la viuda.

Los asesinos llegaron en una motocicleta de color negra. El que iba como copiloto le descargó más de cinco tiros a Jorge Luis, quien era oriundo de la provincia de El Oro, pero tenía años radicados en Guayaquil. (AEB)