El centro penitenciario de Riobamba estuvo en poder de los privados de libertad por varias horas. Ellos se tomaron la parte frontal y lanzaron piedras, artículos encendidos y hasta algún tipo de explosivo hacia las calles.

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Por seguridad, los vehículos militares de policías y bomberos fueron evacuados, así como los medios de comunicación.

En ciertos momentos, los guías penitenciarios que, hasta el cierre de esta edición estaban retenidos, eran exhibidos en las mallas como medio de advertencia. Sus compañeros, desde afuera, suplicaban que los liberen.

A las 10:00 un contingente de tanquetas y buses con policías y militares llegó hasta el centro.

Esto despertó la violencia de los reclusos quienes detonaron cinco explosiones dentro del recinto. Nadie emitió una versión oficial o lo que exigen los privados de libertad. A esta cárcel fue trasladado Colón Pico, a quien la fiscal general Diana Salazar nombró como el posible artífice de un atentado en su contra.

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