A Jaqueline Jami le invadió el miedo nuevamente al recordar que se topó con un cadáver en el bosque del Cuartel, en el barrio Aychapicho, en el cantón Mejía. El viernes 28 de mayo, un día después del hallazgo, la mujer explicó que aquel hombre sin vida tenía las manos atadas hacia atrás con una franela roja y estaba tirado en la hierba.

“Mi hermana bajó por ese sitio a eso de las cuatro de la tarde (del jueves) y vio al señor. Subió corriendo y nos contó”, indicó Jami. Rápidamente llamaron al ECU-911, por lo que enviaron a un contingente del Cuerpo de Bomberos del cantón.

Entre tanto, la gente empezó a llegar al punto para reconocer el cuerpo; sin embargo, aquella persona no era moradora de la zona. Una vez en el sitio, los bomberos confirmaron que la víctima no tenía signos vitales y llamaron a los miembros de la Dirección de Delitos contra la Vida (Dinased).

Los investigadores revisaron el cuerpo y notaron que tenía un balazo en un costado izquierdo de la cabeza. De acuerdo a esos indicios, la víctima habría sido llevada a ese lugar desolado y la ejecutaron.

Edwin Barrera, jefe de la Dinased subzona Pichincha, detalló que el hombre no fue identificado. “Por el momento, se indagan cuáles fueron las motivaciones para cometer el crimen”, acotó el oficial.

María Noboa, otra de las residentes de Aychapicho, contó que el hallazgo del cadáver fue en el mismo sector en donde se encontró a una mujer muerta. Esto sucedió en noviembre pasado, luego de que una perrita localizara un pie.

Aquella chica estuvo desaparecida desde agosto. Al parecer, ella se suicidó colgándose en una mata de una hondonada.