El llanto y el lamento de un niño junto al cadáver de su madre erizaba la piel de quienes residen en las calles Tulcán y Venezuela, en el centro-sur de Guayaquil. El pequeño viajaba junto a su progenitora y otro pariente en la motocicleta que fue impactada por una camioneta, la mañana del domingo 1 de enero.

En el percance, por el fuerte impacto, no solo la mujer, Betsi Imeida Plúas Mora, salió disparada de la moto. Además, su hijo y el conductor del liviano vehículo. Otra motocicleta, donde se movilizaban dos personas, también fue impactada por el carro.

Tras la tragedia, el conductor de la camioneta de color oscuro huyó del lugar, mientras las víctimas quedaron en el piso. Cámaras de seguridad registraron el siniestro. En la grabación se observa como la camioneta embiste a las dos motocicletas que circulaban por la calle Venezuela.

Los heridos fueron auxiliados por personas del sector y luego embarcados en ambulancias y llevados a una casa de salud. En medio del desconsuelo de sus seres queridos, quienes arribaron al sitio, el cuerpo de la mujer fue trasladado al Laboratorio de Criminalística.

Semáforos intermitentes

Un día después de la tragedia que cegó una vida, personal del área de semaforización de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) acudió al sitio para arreglar los semáforos, los cuales, según moradores, tienen varios días dañados. “Los hacheros se llevan los cables y esto deja inhabilitados los semáforos. Cada semana venimos a arreglarlos, pero esto sigue”, sostuvo uno de los personeros de la ATM.

Javier Pozo González, quien reside en este sector de la ciudad, afirmó que, a pesar de que el percance no se registró por la falta de señalización o el daño en los semáforos, sino por la velocidad y el irrespeto de la señal del tránsito del conductor de la camioneta, es necesario que las autoridades realicen operativos para evitar que se sustraigan los cables.

“Esta vez fue por exceso de velocidad, pero ya han ocurrido otros de menor gravedad, por los continuos daños de este disco de tránsito. Los hacheros se llevan los cables”. (AEB)