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Incendio acabó con la vida de dos niños

Un incendio en San José de Ingapi, al norte de Quito, acabó con la vida de dos niños.

SAN JOSÉ DE INGAPI
Según los familiares, cuando se inició el fuego, los pequeños, de 5 y 6 años, se habrían escondido. Luego no pudieron escapar de la candela.Ángelo Chamba. EXTRA

Quedaron reducidos a cenizas. Solo las cabecitas de las dos criaturas podían distinguirse entre el reguero de destrucción que dejó un incendio estructural en una vivienda de la comuna San José de Ingapi, al norte de Quito.

Ocurrió la mañana de ayer. Su tío Jorge Loza dice que, seguramente, se escondieron en el armario porque se “asustaron al ver la candela”.

Cuando el hombre descendió por la pequeña colina que separa la casa en la que se aloja de la estructura quemada, los niños, de 5 y 6 años, “ya no gritaban”.

En cambio, su bisabuela Fabiola Ruales clamaba a los vecinos para que rescataran a los infantes.

Sin embargo, de nada sirvió la cadena de baldes de agua que los comuneros trasladaban hasta la casita, porque cuando el fuego se extinguió, los niños habían fallecido.

En el instante en el que sucedió la tragedia apenas había amanecido. “Era una mañana oscura”, recuerda Loza. El día anterior llegó a la localidad para una misa en memoria de su hermano fallecido. “Dios sabe cómo hace las cosas, tenía que estar aquí para ayudar”, explica.

Fue una tarea titánica la de sofocar el incendio. “No encontrábamos agua. Estábamos desesperados. Llegamos a una piscina de peces y la vaciamos”, añade el hombre, quien reside en Tumbaco, en el oriente de Quito.

Uno de los niñitos tampoco vivía en San José. Arribó el sábado pasado para compartir las vacaciones escolares con sus bisabuelos y su primo menor.

La madre del infante viajó desde la capital en un taxi para confirmar el hecho. Quedó devastada al mirar el estado de la casa e imaginar a su retoño en el interior.

Fabiola y su esposo, Ricardo Grijalva, lograron salir de la segunda planta de la casita que construyeron hace varias décadas. Sin embargo, les fue imposible sacar a las criaturas. El más pequeño tenía una discapacidad física que le impedía caminar. “Era bien avispadito, recién empezó a ir a la escuela”, describe Jorge.

Pese a la limitada movilidad del niño se daba modos para jugar y acompañar a sus abuelos en la administración de la única tienda de la comuna, que alberga a no más de cuarenta familias. Los vecinos observaban las acciones de los bomberos desde una cancha. Los uniformados llegaron a la escena y terminaron de apagar las llamas.

En corto

Bomberos llegaron al lugar para realizar una inspección de la casa que se incendió.

Varios comuneros ayudaron a apagar el fuego con baldes de agua.

Familiares de los menores de edad se abrazaron; se mostraron devastados luego de enterarse sobre sus muertes.

Investigan la causa del incendio

Fernando Manguia, miembro del Cuerpo de Bomberos de Quito, explicó que se investigan las causas del fuego que, además de los dos niños fallecidos, dejó a sus bisabuelos con lesiones. Fabiola sufrió quemaduras de primer grado en el pecho y en el brazo derecho.

“¿Por qué mis guaguas? Si pudiera cambiar las cosas. ¡Diosito, llévame a mí!”, lloraba la mujer a metros de su vivienda. Su esposo fue trasladado en el helicóptero de los bomberos hasta una casa de salud de la capital. “Se encuentra estable”, indicó el uniformado.