José Estrada estaba bajando las sandías de un camión cuando empezaron a arder en llamas las bodegas donde se comercializan frutas y verduras.

El incendio se produjo a las 14:00 del pasado sábado en la plataforma dos del Mercado Mayorista, sur de Quito. El fuego consumió las estructuras y los productos de 25 locales.

Estrada vio que el siniestro se inició en un puesto de mangos. El estibador extranjero pidió a sus amigos que trajeran baldes con agua para apagar las llamaradas, mientras él intentaba sacar los cartones con productos, pero fue tarde. “En menos de cinco minutos el mercado parecía un infierno”, dijo.

María Yánez, una mercader que ha trabajado más de 20 años ahí, lloraba mientras levantaba las mandarinas y aguacates que no se chamuscaron por el fuego. Ella lamentó que se quedaron sin sustento para mantener a sus dos hijos.

Su esposo, desde adentro del puesto, agradecía que la máquina empacadora no resultara afectada. Al comerciante le costó 50 mil dólares este artefacto y todavía no termina de pagarlo. “Diariamente empacábamos 10 mil bandejas de uvas”, comentó. Yánez añadió que la pérdida en su negocio es de 20 mil dólares, entre la estructura y el alimento.

Cerca de ahí estaba Jéssica Tipán, una comerciante latacungueña que lo perdió todo porque no alcanzó a sacar sus productos. Ella llegaba a su casa cuando le avisaron del incidente. Al regresar al centro, personal policial no le permitió pasar para evitar accidentes.

LO QUE SE SABE

Estrada señaló que al parecer el dueño de uno de los puestos donde se inició el incendio habría dejado prendida una vela y habría olvidado apagarla. “Creo que son devotos de algún santo”, añadió.

Sin embargo, la Unidad de Investigación de Incendios continúa con las pericias para determinar cuál fue el origen del incidente. Por su parte, César Díaz, secretario de Seguridad del Municipio, solicitó a la gerencia del mercado que les facilite el plan de contingencia que deben presentar los comerciantes para controlar estas emergencias.

EL HIDRANTE MÁS CERCANO

Jéssica Tipán comentó que cuando llegó al mercado había decenas de bomberos y varios vehículos de esta entidad. Se dificultó el trabajo porque no había un hidrante cerca. Los uniformados tuvieron que buscar una fuente de agua en el sector de Solanda (frente al mercado) para combatir las voraces llamas.