Aunque en la Constitución del Ecuador, en su artículo 5, se declare que el Ecuador es un territorio de paz, el contralmirante Jaime Vela Erazo, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas afirmó lo contrario: “Ecuador ya no es una isla de paz”.

Por esta razón, para Kléber Carrión, experto en seguridad, es importante y esencial la donación que realizó el Gobierno de los Estados Unidos, a través del Comando Sur, en la mañana de este jueves 25 de enero. “Nuestras Fuerzas Armadas se encuentran desmanteladas tanto en su moral como en su instrumental”, afirmó Carrión.

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En el Fuerte Militar Huancavilca se oficializó la entrega de equipos de seguridad y de preparación ante desastres de origen natural al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (FF. AA.) y a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (Sngre). La general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, y el embajador Michael Fitzpatrick fueron los invitados especiales.

El donativo, valorado en más de 2,5 millones de dólares (2,4 para seguridad y 290 mil para Sngre), consta de 44 motores para embarcaciones usadas en operativos de seguridad, seis camiones, dos ambulancias, dos camionetas, dos montacargas, equipos tecnológicos y capacitación.

Sin embargo, lo más relevante es la potencia de los motores (22 fuera de borda y 22 intraborda) y hacia qué lugares serán destinados. Personal de FF. AA. contó a EXTRA que estos servirán para patrullaje fluvial en la zona de frontera, específicamente en San Lorenzo (Esmeraldas) y Orellana, en la Amazonía, puntos claves para la seguridad del país.

Que sean destinados a estos dos sitios específicos, según Kléber Carrión, es un golpe al narcotráfico, que hasta podría llevarlos a reevaluar la migración hacia otros destinos.

“Desde el 2006, aproximadamente, a nuestro país lo ven como una vía abierta para el libre tráfico de droga, sobre todo a través de las fronteras”, explica. Si se logra detener la permeabilidad, comenta, se evitaría que Ecuador se hunda en la violencia.

“Son más que metal y maquinaria; son instrumentos de paz y resiliencia”, dijo también en su intervención el embajador Fitzpatrick, refiriéndose al equipo entregado.

Por su parte, la general Richardson alentó a las autoridades locales: “Stay strong”, que traducido es ‘manténganse fuertes’.

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