Guayaquileño, de 55 años, es ingeniero civil con dos masterados, en aeropuertos y en sistemas ferroviarios. Se autodenomina ‘El defensor del ferrocarril’, un asunto que pone como prioridad en su plan de trabajo.

Le gusta la lectura técnica y romántica, así como bailar salsa. En la parte ambiental, dice que llamaría a “hacer la conscripción de la reforestación” en la ciudad.

La gente quiere trabajar, ¿pero dónde?

Creando la industria del reciclaje e invitando a empresas internacionales a invertir en fábricas para el plástico, papel, cartón, vidrio, metales y desechos orgánicos en las zonas periféricas. Además de crear corredores comerciales y turísticos, con el desarrollo fluvial.

¿Cómo mejorar la movilidad en la ciudad?

Es importante reconocer que Guayaquil necesita integrar todos los sistemas de transportación: aéreo, terrestre y fluvial, y contar con un nuevo metro que enlace a toda la ciudad. La mal llamada Metrovía debe ser reestructurada y la Aerovía debe ser repensada para que no genere pérdidas y sea de verdad útil. En mi propuesta está el implementar un ferrocarril que conecte al sistema de buses y que llegue incluso hasta Daule, a La Aurora, que conecte con Samborondón; además de desarrollar un ferrocarril de carga terrestre.

¿Le daría chance a los ‘panas’ o familiares en el Cabildo?

Jamás metería a trabajar a familia ni amigos, es antiético. Por eso planteo reestructurar todas las direcciones municipales y crear el Distrito Metropolitano de Guayaquil para poner oficinas satélites, a fin de dar un mejor servicio en los diferentes sectores de la ciudad.

Ya da miedo salir a las calles por tanta inseguridad, ¿qué hacer?

Empecemos por industrializar las cárceles. Viajo a San Salvador a conocer su infraestructura y ver cómo ha enfrentado a la delincuencia, para aplicar este esquema en Guayaquil. Además, se necesita capacitar, reestructurar y educar a la Policía Metropolitana, para que haya un mejor control y no agarre a palo a los informales y comerciantes. Y en las zonas conflictivas hacer un censo para saber quiénes han sido militares, policías y guardias, para crear comités barriales de seguridad, con asesoramiento de empresas internacionales.