Una escalofriante escena fue descubierta dentro de una celda por guardias de la prisión estatal de Corcoran, en California, luego de que un preso torturara y decapitara a su compañero, por causas no determinadas.

Tanto Jaime Osuna, de 31 años, como su víctima Luis Romero, de 44, cumplían cadena perpetua acusados indistintamente de asesinato, según indicó el Departamento de Correccionales de California (CDCR).

Aunque Osuna se habría salvado de la pena muerte en 2017, cuando se declaró culpable de golpear y asfixiar hasta la muerte, en 2011, a Yvette Peña, de 37 años y madre de seis hijos, en esta ocasión la Fiscalía podría solicitarla.

El asesino confeso quien tiene tatuado en el rostro una sonrisa del ‘Joker’ declaró al canal local 17 News que “matar es mejor que las drogas o el sexo”. Además admitió que tenía intenciones crueles desde niño. “Esta no fue la primera vez en mi vida que cometí estos actos atroces”, dijo.

Confesó que desde que era un niño, de 8 a 9 años, ha matado animales. “Mi mamá iba a la tienda y yo ponía al gato en el congelador. Quince minutos después, lo pondría en el horno. Ya sabes, cosas por el estilo”, relató. Osuna también describió durante la entrevista, el asesinato de otras dos personas, cuando tenía 13 años de edad.

El cuerpo de Romero fue cortado en varias partes por su compañero de celda, quien usó un objeto metálico afilado envuelto en una cuerda y atado a un mango, según dijo el viernes, 26 de abril, el fiscal adjunto del condado de Kings, Phil Esbenshade.

Las autoridades no detallaron las condiciones del asalto o si la víctima estaba viva al ser desmembrada. Tampoco dieron a conocer si alguien escuchó lo ocurrido durante la noche, pero según Esbenshade, se cree que la víctima estuvo consciente al menos una parte del tiempo en que fue atacado. Y aseguró “Este es el caso más espantoso que he visto en términos de atrocidad en el asesinato”.