Un tribunal ecuatoriano ha dictaminado el viernes 12 de abril de 2024 que la detención del exvicepresidente Jorge Glas en la Embajada de México fue "ilegal" y "arbitraria". Aunque se reconoció la violación de sus derechos al no seguir el procedimiento adecuado para el allanamiento de la embajada, Glas seguirá en prisión debido a una pena de ocho años por dos condenas anteriores.

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La Sala Especializada en Familia, Niñez, Adolescencia y Adolescentes Infractores de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador afirmó que Glas fue privado de sus derechos al no seguirse el procedimiento nacional para allanamientos de misiones diplomáticas. Sin embargo, se mantuvo su detención debido a las condenas previas que aún no han sido cumplidas en su totalidad.

Glas había sido condenado a seis años de cárcel en 2017 por asociación ilícita en el caso Odebrecht, y a ocho años en 2020 por cohecho en el caso Sobornos. Aunque había sido liberado de prisión en 2022 bajo medidas cautelares, recientemente se le había denegado el beneficio de la 'prelibertad' al intentar unificar ambas penas.

Glas, desde la cárcel de máxima seguridad donde está recluido, denunció haber sido víctima de torturas durante su detención. El tribunal que revisó su caso no encontró responsabilidad por parte del presidente Daniel Noboa ni de la ministra de Gobierno e Interior, Mónica Palencia, y se declaró incompetente para pronunciarse sobre la procedencia del asilo otorgado por México.

Para el Gobierno ecuatoriano, el asilo concedido a Glas fue ilegal, ya que las personas procesadas por delitos comunes en la justicia ordinaria no pueden recibir este beneficio según la Convención de Asilo Diplomático.

El exvicepresidente se encontraba en la sede diplomática mexicana desde el 17 de diciembre de 2023 para solicitar asilo al declararse un perseguido político y víctima de 'lawfare' (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos), pues se considera inocente de todas las acusaciones en su contra.

El Gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador le concedió el asilo el 5 de abril, en medio de una crisis diplomática con Ecuador, y horas después se produjo el asalto a la Embajada por parte de las fuerzas policiales y militares ecuatorianas para detener a Glas.

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