La velación y entierro del ostentoso y fiestero subcomandante Los Choneros, Junior Roldán, se llevó a cabo en completo hermetismo en Medellín. Su cadáver pasó varios días en la sede de Medicina Legal de esa ciudad, tras su asesinato el pasado 6 de mayo en la vereda El Mango, del municipio de Fredonia.

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Fuentes de la Fiscalía de Colombia contactadas por EXTRA confirmaron que tras 11 días de estar bajo su custodia, un familiar se puso en contacto desde Ecuador para iniciar el proceso de retiro e inhumación del cuerpo.

En efecto, de acuerdo a la fuente, una familiar habría buscado y autorizado a una funeraria de Medellín, ubicada en pleno centro de esa ciudad, para que se encargara de todo el trámite.

Al lugar no habría asistido nadie y trabajadores de la funeraria le dijeron a este Diario que el caso fue asignado a un solo funcionario a quien le prohibieron referirse al caso. 

Todo indica que el asesinato de Roldán se habría generado por una riña familiar y no por una venganza de sus grupos contrarios. No obstante, un fiscal especializado de Colombia aún avanza en las investigaciones para determinar las verdaderas razones detrás de su asesinato.

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