Martha Yumbay ansía el momento en el que pueda estrenar su kiosquito nuevo. Durante el paro nacional, la caseta de aluminio que mantuvo en una de las aceras de la calle Tarqui, en el centro-norte de Quito, por más de 30 años, fue destrozada.

Ahora, unos 120 bloques de material reciclado serán parte de su negocio. “Debe ser bien ‘tuco’, con estanterías y puertas y, sobre todo, estar anclado al piso para que no lo vuelvan a sacar, aunque con los vándalos todo es posible, pero en algo se previene”, describió Diego Melo, gerente operativo de Tritubot.

Él es uno de los que ‘arrimó el hombro’ para cumplirle el sueño a la mujer, de 65 años, que durante las manifestaciones lo perdió todo.

El proyecto de Melo usó más de 4.000 botellas plásticas para crear los bloques con los que se construirán la caseta para Yumbay. Aunque aún no hay fecha para el estreno del espacio, Martha, quien vendía golosinas y productos de belleza, está a la expectativa.

Por el momento se realiza chequeos médicos, ya que su salud también se vio deteriorada después de lo ocurrido con su lugar de trabajo.

“Por ahora, el Municipio hace un barrido de los daños en ese lugar... Pero imagino que pronto la señora tendrá su kiosco”, explicó Melo.

No ha tenido el gusto de conocer a Martha en persona. Sin embargo, se conmovió con su historia.

En Quito existen algunos kioscos hechos con material reciclado y se usan para que mujeres emprendedoras tengan una plaza laboral.

“A doña Martha le diseñan una caseta diferente. No sé si se la pondrán en el mismo sitio en que la tenía, pero lo más seguro es que sea muy cerca. Ella no contaba con ningún permiso, ahora se hará todo bien”, detalló.