La habría matado porque se negó a volver

Patricia Flores llevaba más de dos meses separada de su exconviviente, quien es sospechoso de su muerte. El cuerpo fue velado ayer en la casa donde habitaba con su expareja, en el barrio La Cruz de Puembo, oriente de Quito.

La señora, de 34 años, fue sepultada en la construcción en la que el implicado laboraba, en Ascázubi, cantón Cayambe (norte de la capital). Carlos Flores, hermano de la señora, confesó que supuestamente hubo un primer intento para acabar con la vida de su ‘ñaña’, hallada la madrugada del pasado miércoles.

“Él quiso supuestamente incendiar la casa. Abrió las hornillas de la cocina para que el gas se fugara”, comentó Flores, quien vestía de negro y usaba gafas oscuras durante el funeral. El allegado recordó que el individuo era una persona tranquila y que se llevaba bien con los cuatro hijos que Patricia tuvo en una relación anterior.