A José Luis Cañola Quinteros, de 36 años, y a Saulo Paúl Arroyo Estacio, de 35, no les sirvió de nada correr para tratar de escaparse de sus verdugos. Estos los siguieron y en el piso los remataron a plomo. El doble crimen ocurrió la noche del martes en la manzana 1406 del bloque 4 de El Fortín, en el noroeste porteño.

Los dos asesinos llegaron en una motocicleta y repartieron bala a quienes se encontraban parados afuera de un inmueble esquinero, donde funciona una clínica de rehabilitación en la cual los fallecidos laboraban como capturadores.

Un allegado de las víctimas manifestó que José Luis trabajaba como voluntario en dicho centro y que tenía años de amistad con Saulo Paúl, ya que crecieron en el mismo barrio.

“Ellos primero fueron pacientes de la clínica, luego de que se rehabilitaron comenzaron a trabajar en ese lugar. No sabemos si el ataque estaba dirigido a ellos o a otra persona”, expresó un pariente de los fallecidos, quien ayer acudió al instituto forense para retirar el cadáver su ser querido.

En este suceso resultó herido Adrián Cevallos, de 27 años. Recibió dos tiros en las piernas. Moradores dijeron a los investigadores de la Dinased que Arroyo Estacio se habría dedicado al expendio de droga. Tenía antecedentes penales por robo, porte de arma y de sustancias ilícitas. (AEB)