Aunque parezca insólito, en su desesperación por encontrar a la menor de sus tres hijos, los padres de la joven secuestrada el pasado 20 de marzo en el sector de la Balerio Estacio, noroeste de Guayaquil, han prendido velas y puesto la fotografía de su niña junto a esta imagen de culto esotérico para pedirle que se las devuelvan sana y salva.

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La menor de edad y su cuñada, Tania Nicole Calderón Quijije, de 21 años, fueron raptadas, por sujetos que llegaron a bordo de una tricimoto. Un día después, el cadáver de la mayor de las víctimas apareció en el canal de la muerte con tres impactos de proyectil.

Sin embargo, la menor de edad aún sigue desaparecida. Lo que tiene desesperados a sus familiares, quienes la han buscado no solo en Guayaquil, sino en otros cantones del Guayas e incluso han viajado a  la provincia de Manabí en su afán de localizarla.

"Nosotros no somos creyentes de la Santa Muerte, pero mi nuera (asesinada) sí lo era, e incluso mi hija. Recuerdo que hace tres meses mi nuera llevó esa imagen a mi casa y nos dijo que era para que nos protegiera de cualquier maldad, para espantar las malas energías, ya que habitamos en un sector peligroso. Ella hizo una especie de altar en la sala de mi casa", contó el padre de la menor desaparecida.

Agregó que la idea de prenderle una vela y poner la foto de su hija fue de otro familiar y que, aunque al principio les hacía raro, terminaron aceptando porque están desesperados. "Ya no sabemos qué hacemos, ahora le pedimos a la Santa Muerte de que nos haga el favor y que aparezca nuestra hija", sostiene.

La Santa Muerte, o también llamada Huesuda por sus adeptos, es una tradición que nació en México, pero que se ha extendido en otros países de América. Le piden favores de amor, salud, abundancia.

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