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Mónica Iza no ha podido trabajar en su puesto de jugos en el Mercado Central de Quito.ANGELO CHAMBA

Le quitan el puesto de jugos tras 70 años de tradición en el Mercado Central de Quito

Mónica Iza denuncia que su puesto de jugos, heredado de su abuela fue declarado vacante pese a haber cumplido con los requisitos municipales

Un puesto de jugos con más de 70 años de historia familiar está en riesgo de desaparecer del Mercado Central de Quito. Su actual dueña, Mónica Iza, asegura que el espacio fue declarado vacante sin justificación, pese a que entregó todos los documentos exigidos por el Municipio en el último proceso de adjudicación.

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Iza relata que su abuela inició el negocio en 1952 con dos baldes de jugo que vendía a pasajeros de buses interprovinciales en la zona de La Marín, centro de la urbe. Con el tiempo, el puesto se trasladó al entonces mercado de San Blas y, tras un incendio, al Mercado Central, donde lo administró su tía Aurora Iza durante décadas. 

Después de la pandemia, Mónica asumió el manejo del negocio, convirtiéndose en la tercera generación al frente.

“Calidad, respeto y sacrificio”

“Somos tres generaciones manteniendo este negocio con calidad, respeto y sacrificio”, señala Iza. Según su testimonio, el pasado 8 de agosto le informaron que su puesto no pasó el proceso de adjudicación dispuesto por el alcalde Pabel Muñoz. “Me dijeron que no era mi sitio de trabajo y que quedaba vacante, aunque entregué toda la documentación que pidieron”, afirma.

Desde entonces no ha podido trabajar, pues está realizando trámites legales para revertir la decisión. Asegura que su objetivo es defender el legado de su familia y el derecho a seguir laborando en el espacio que considera legítimamente suyo.

La tía de Mónica es una de las fundadoras del mercado.archivo personal mónica iza

Acusaciones de hostigamiento

La comerciante denuncia que la dirigencia del mercado la ha hostigado y que existe un grupo que acapara espacios y favorece a personas cercanas. Asegura que ha recibido agresiones verbales y hasta amenazas. “No soy la única. Varias mujeres han dejado el mercado por este problema”, sostiene.

También cuestiona que otras adjudicaciones se hayan entregado a personas con poco tiempo en el mercado, mientras su caso quedó fuera del proceso. “Hay personas que entraron hace dos meses y ya tienen puesto.”, reclama.

La versión de la directiva

Ximena Villacís, vicepresidenta del Mercado Central, rechaza las acusaciones. Afirma que la directiva no tiene injerencia en los procesos de adjudicación ni en sanciones. “Quienes ponen y quitan son las autoridades, en este caso la Dirección Municipal de Mercados. Nosotros somos otros usuarios más”, indicó.

Villacís agregó que todas las adjudicaciones se han realizado “de forma correcta y transparente” y que nunca han negociado ni favorecido a alguien. También señaló que, en casos de conflictos entre comerciantes, es la autoridad municipal la que debe resolverlos.

Esperando una solución

Iza asegura que cuenta con asesoría legal y que seguirá su defensa hasta recuperar el puesto. “No puede ser que de un manotazo nos digan que ya no, que se acabó. ¿Dónde queda la lucha de las mujeres trabajadoras y emprendedoras que el Municipio dice apoyar?”, cuestiona.

La abuelita de Mónica fue la primera en tener el puesto de jugos, desde 1952archivo personal Mónica Iza

Mientras tanto, el puesto de jugos Aurorita, reconocido por generaciones de clientes en Quito, permanece cerrado, a la espera de una resolución que defina si continuará la tradición o si se cerrará un capítulo de siete décadas en el Mercado Central.

Este Diario se comunicó con la Agencia Distrital de Comercio, entidad encargada del proceso de adjudicación. Desde el departamento de comunicación respondieron que el caso de Mónica está en revisión.

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