Guillermo Tipán está desconsolado. A pesar de que rezó para pedir un milagro para su hija Juana, lamentablemente los médicos tuvieron que amputarle el pie derecho en el Hospital Eugenio Espejo de Quito.

La joven, de 23 años, se quemó luego de un fogonazo que destruyó su vivienda en Puembo, al nororiente de la capital. Juana tiene el 65 por ciento de su cuerpo afectado, perdió a su bebé (tenía 19 semanas) y le sacaron el útero debido a la combustión, ocurrida el pasado 9 de octubre.

“Los doctores esperaban que circulara sangre, pero como no hubo respuesta, tuvieron que hacer el corte desde el tobillo hacia abajo”, contó a EXTRA Tipán, parado afuera de la casa de salud. Su hija continúa en el área de cuidados intensivos.

Tipán llevará la extremidad a un cementerio de Santo Domingo de los Tsáchilas, de donde son oriundos. “Me dijeron que para entregarme (el piecito) debo esperar, al menos, unos dos meses”.

Lectores solidarios

EXTRA publicó el pasado 20 de octubre una nota sobre el sufrimiento de Tipán por la salud de Juana, y la respuesta solidaria de nuestros lectores fue inmediata. Algunos, según el padre de Juana, se comunicaron vía telefónica para auxiliarlo económicamente.

Lo han llamado de todas partes, en especial desde Guayaquil, para pedirle su número de cuenta y hacer depósitos.

“La gente ha sido muy buena conmigo, dando gracias a Dios”, manifestó mientras aguardaba su turno para visitar a Juana.

Sin embargo, la paciente todavía no puede hablar, ya que su tráquea está afectada por las quemaduras. Es probable que su permanencia en la casa de salud dure unos seis meses aproximadamente.