La imagen de León XIV sirviéndose ‘concentrado’, un plato típico de comida casera peruana -con frejoles, arroz y guiso de pollo-, fue de las primeras pistas de que su corazón es latinoamericano. Pero la fotografía esconde un secreto, esa generosa ración no era para él, sino para repartir a personas sin recursos de Chiclayo, la diócesis donde fue obispo ocho años.

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Junto a la radiante catedral, una puerta de metal negra da paso al centro parroquial, donde, entre otros usos, se esconde una pequeña y oscura cocina con solo una ventana en la que Gaby Ruzasto, colaboradora del establecimiento, corta cebolla, zanahorias y pimientos.

Aún con la emoción a flor de piel tras escuchar al nuevo Papa saludar a la diócesis de Chiclayo, relata que eran habituales las visitas de Robert Prevost a la cocina, la misma que aparece en la ya célebre foto y que a diario prepara decenas de raciones para personas sin hogar y migrantes.

“El papa León XIV es muy cercano, en la cocina nos visitaba y observaba qué alimentos se preparaban”, cuenta desde el centro parroquial, ubicado muy cerca del Obispado, donde el entonces obispo residía.

Aunque ese plato que León XIV sirvió en esa ocasión no era para él, Gaby dice que, efectivamente, disfrutaba de la comida peruana, especialmente con el seco de cabrito.

La relación de Robert Privost con Chiclayo

La cocinera explica que el compromiso del nuevo pontífice con esta tierra de Chiclayo fue tal que, en la mayoría de pueblos de la extensa Diócesis, se pueden encontrar testimonios de personas que lo conocieron, porque se movía constantemente por el territorio.

De hecho, estos días las redes sociales se han inundado de cientos de fotos de personas de todas las edades junto a Prevost en multitud de puntos de Perú en celebraciones religiosas, acciones humanitarias, festividades y también selfis.

Ruzasto dice tímidamente, mientras remueve el sofrito, que no quiere presumir, pero que conocer al actual papa es un “auténtico regalazo”, porque siempre estaba interesado y preocupado por quienes le rodeaban.

Coincide el encargado del local parroquial, Guillermo Vásquez, que destacó que pese a ser obispo, era totalmente accesible a todo tipo de personas, desde los jóvenes a quienes siempre intentaba motivar para participar en actividades, hasta las personas que esperaban su ración de comida.

“No es casualidad, aquí pedíamos todos un Papa así y el Señor nos ha regalado al Papa León XIV. ¡Es una emoción!”, dice con lágrimas Ruzasto.

Leon XIV: Abusos, encubrimientos y represalias

Cuando comenzó la investigación sobre los abusos en el Sodalicio de Vida Cristiana, la periodista peruana Paola Ugaz no imaginó la persecución que enfrentaría. Lo que más le sorprendió fue que su mayor defensor terminaría siendo el papa Leon XIV.

“Tanto (Robert) Prevost como Francisco creen en el buen periodismo, saben que oxigena las organizaciones”, dijo Ugaz. La comunicadora responsabilizó al entonces arzobispo de Piura, José Antonio Eguren, de la persecución judicial desde 2018.

Ugaz se reunió posteriormente con Francisco, quien luego envió una misión al Perú para verificar los hechos que denunciaba y que luego confirmaron. La primera acción fue la salida de Eguren, firmada por Prevost por orden papal. El Sodalicio, disuelto en enero de 2025, reaccionó con venganza.

En mayo de 2024, Prevost fue acusado de encubrimiento por un caso en Chiclayo. Aunque impuso restricciones al sacerdote denunciado, el caso fue archivado por la justicia y luego por el Vaticano. Una de las denunciantes comenzó a hablar en redes, y aunque se inició una nueva pesquisa, no acudió.

Ugaz tuvo en octubre de 2024 una reunión con Prevost, donde el actual Papa le dijo: “Ahora yo formo parte de su club, no tengo campañas de enlodamiento y me mortifica porque yo no quiero que en Perú me vean mal”.

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