La muerte ronda como alborotada en Quevedo. Eran como las 18:30 del lunes 6 de diciembre y en el sector La Victoria de la parroquia Viva Alfaro, sujetos en motocicleta asesinaron a Raúl Marcelo Cedeño Cedillo, de 26 años.

Dos horas después, en la Baldramina, en la parroquia San Cristóbal, se volvió a dar otro hecho sangriento en el que sicarios acabaron con la vida de Mauricio Rolan Bermello Mendoza, de 31 años.

En el caso de Cedeño, según versiones de los moradores, los criminales lo atacaron cuando estaba en una esquina del barrio, y a pesar de que salió corriendo lo alcanzaron los disparos, y una vez que estuvo en el suelo lo remataron con un tiro en la cabeza.

Su cuerpo quedó tendido en la calle y los vecinos del barrio lo llevaron hasta el hospital de Quevedo, donde solo confirmaron su deceso.

En la Baldramina, en cambio, hubo gritos desgarradores tras la muerte de Bermello, quien quedó a unos cuantos pasos del portal de su vivienda.

Según el reporte policial, tres sujetos en un vehículo dispararon sin bajarse del automotor y lo dejaron tendido en la calzada.

El jefe de la Policía, Renán Miller, expuso que los dos fallecidos no tienen ningún tipo de relación y, al parecer, son muertes dirigidas, es decir que no se trataría de delincuencia común sino de algún tipo de represalia o ajuste de cuentas.

En el sector de la Baldramina existe un ambiente tenso entre los pobladores por otros delitos y la reciente muerte de Bermello, quien recibió al menos siete disparos.

La policía levantó indicios y recogió testimonios para determinar la causa del asesinato.

En estos dos últimos días se han registrado tres muertes violentas en dicha zona, por lo que los agentes investigan si se trataría de alguna pugna de poder o problemas de territorio, ya que en estas zonas se comercializan sustancias sujetas a fiscalización. (DV)