El temporal arrastró dos embarcaciones a la orilla en La Libertad

Fuertes vientos, lluvia y oleaje, presentados entre la noche del lunes 30 y madrugada de este martes 31 de enero en las costas de Santa Elena, dejaron dos embarcaciones encalladas en la orilla. El primer casó ocurrió a las 21:00 del lunes en el balneario de Salinas, en donde un yate se encontraba anclado en la rada del lugar. Producto de los ventarrones se le rompieron los cabos y la marejada lo arrastró hasta la orilla en el malecón de San Lorenzo.

En la madrugada de este martes, por el intenso temporal el barco pesquero ‘Piedacita’ que estaba fondeado a una milla náutica frente al sector ‘La Caleta’, de La Libertad, terminó encallado en un sector rocoso denominado Isla del Amor, frente al muelle del área de Puerto Lucía. Según testigos, la embarcación estuvo a la deriva por varias horas. “Fue desesperante, el guardián no estaba abordo y el viento impidió que de otros barcos puedan efectuar maniobras para impedir su naufragio”, señaló el pescador Patricio Lainez.

Hasta el mediodía de hoy los propietarios del pesquero coordinaban acciones para que dos remolcadores en la pleamar ayuden a sacarlo del sitio donde quedó y lo lleven hacia la rada. “”Tenemos que se derrame el combustible, se dañen las redes o se rompa la estructura, sería una pérdida muy cuantiosa”, indicó Gilberto López, administrador del barco.

Narciso Marcillo, representante de la asociación de armadores de barcos en la provincia de Santa Elena, confirmó que una lancha también se viró el puerto Palmar. “Venía cargada con pesca hacia la orilla, lamentablemente se perdió todo, gracias a Dios los compañeros pescadores están a salvos”, informó el dirigente.

Desde la mañana de este 31 de enero, una docena de obreros del Municipio de Salinas empezó con la limpieza de los estragos dejados por el aguaje y la lluvia caída el pasado lunes. Los habitantes de la segunda y tercera avenida solicitaron a las autoridades soluciones definitivas a este inconveniente que se presenta cada vez que llueve o cuando hay oleajes fuertes.

“Salinas debe tener un alcantarillado pluvial bien construido, este es un mal de nunca acabar, se debe trabajar en un plan para dejar las inundaciones atrás, cada vez que llueve tenemos problemas aquí”, comentó Jessica Yagual, propietaria de un negocio que tuvo que cerrar para evitar pérdidas. En dos sectores hubo mayores problemas con el drenaje de las aguas lluvias debido a que los sumideros que no lograron descargar rápidamente el líquido acumulado hacia el mar, porque el agua del océano llegó también hasta las tapas de las alcantarillas y lo impidió.