Los cuatro hombres que dispararon el arma de fuego de la cual salió el tiro que acabó con la vida de Erick, de 11 años, llegaron en un vehículo negro y su finalidad era atacar a una banda criminal opositora asentada en las calles 18 y Domingo Savio, en el suroeste de Guayaquil. Así lo informó la mañana de ayer el coronel Henry Herrera, jefe de la Dinased Zona 8.

El oficial manifestó que tras bajarse del carro, los delincuentes dispararon a todas las personas que estaban en el parque, pero lamentablemente el niño fue quien recibió un disparo en la cabeza.

“Trataron de atacar a una banda opositora vinculada al microtráfico, fue por territorio. En el lugar se hallaron 35 indicios balísticos. Como una especie de patrón, familiares y personas que habitan en el sito del suceso guardan silencio, lo cual hace más complejo identificar a los responsables”, sostuvo.

Erick era el mayor de dos hermanos, cursaba el séptimo año, soñaba con ser futbolista y al momento de la balacera jugaba con su celular afuera de su casa, ubicada junto al parque.

Sus restos fueron velados hasta la tarde de ayer en la casa de sus familiares. Luego fueron trasladados hasta el cementerio para ser sepultados. (AEB