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¡Machete pa’ todos!
Sujeto atacó a su mujer, a la hija y a la suegra.
Según la pareja, el tipo quería llevársela para matarla.
‘Azucena’ aún no se recupera del drama que vivió la noche del sábado 4 de mayo cuando su marido, del que se encuentra separada varios días, llegó a agredirla con un machete en la casa de su progenitora, ubicada en la parroquia La Unión de Babahoyo, provincia de Los Ríos.
Mientras se tocaba los 13 puntos del corte que le propinó en el brazo derecho, la víctima, de 32 años, reveló que las verdaderas intenciones del que ahora llama su exconviviente eran llevársela a su antigua casa para matarla.
Ese día, el sujeto empezó a reclamarle supuestos actos de infidelidad cometidos durante los ocho días que llevaban distantes. Después se inició un altercado.
Según la afectada, primero le dio un planazo en la nuca, pero ella al defenderse se cortó la mano y enseguida su ex la hirió con el machete en el brazo derecho.
El sospechoso también le ocasionó un corte en la mano izquierda a su exsuegra, de 72 años, y otro en el pie a su hija de 14 años, mientras trataban de defender a ‘Azucena’ del feroz ataque.
El jornalero estaba como poseído -refirieron sus familiares- debido a que también cortó una hamaca y una silla que estaban en la sala.
‘Azucena’ reveló que la separación se dio porque su ex era demasiado violento cada vez que bebía licor. Además, porque no quería que ella se cuidara y cuando encontró unas pastillas anticonceptivas le armó un escándalo. “A él le meten muchas cosas en la cabeza, como si estuviera con otra persona. Pero nadie sabía que siempre me pegaba hasta ahora”, relató la víctima.
Pese a todo eso, ‘Azucena’ dijo que no enviará a su agresor a la cárcel porque sus hijos le pidieron que no lo haga. En su lugar buscó una orden de alejamiento para que no pueda acercárseles. Pero la policía lo busca para que responda por el delito de intento de asesinato en el que el sospechoso es señalado.
Una brigada del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) llegó hasta la vivienda de las afectadas para darles ayuda psicológica, porque una de las agredidas es beneficiaria del bono de desarrollo humano.
En las féminas existe el temor de que el individuo vuelva y no sepan cómo enfrentarlo. (TOF)