Los pacientes respiratorios han disminuido en los hospitales entre un 40 y 50 % en las últimas semanas, según el Colegio de Médicos de Pichincha. Un indicio de que la vacunación masiva ha funcionado.

“Esto no debe ser motivo de relajación”, dijo Víctor Álvarez, presidente de la entidad.

El galeno realizó varias recomendaciones para el regreso a clases presenciales en la Sierra, anunciado por el Ministerio de Educación, la semana pasada.

Según la cartera de Estado, el retorno será de manera controlada, progresiva y voluntaria.

Para Álvarez, estos protocolos ya deberían ser socializados tanto a maestros como a padres de familia. “Lo ideal sería que sigamos sin contacto, pero somos seres humanos y los chicos necesitan socializar”, dijo.

Además, enfatizó en que “si los llevan al centro comercial, pueden ir a clases”, ya que sería un espacio más controlado.

La ministra de educación, María Brown, explicó en días anteriores que las instituciones educativas deben elaborar un Plan Institucional de Continuidad Educativa (PICE), como requisito obligatorio. Y deberán ser aprobados por el Ministerio de Educación.

Álvarez insistió en que los menores de 16 años no han recibido la vacuna, por lo que las medidas de bioseguridad deberían ser extremas y que cada momento de la jornada educativa debe tener un protocolo.

“Hay que garantizar que los establecimientos tengan condiciones sanitarias, acceso al agua potable, todo asequible”, agregó.

También aconsejó que se deberían establecer canales oficiales de comunicación entre padres de familia y maestros. “Es mejor que si quiere hablar con el profesor, lo haga por teléfono”, comentó.

A pesar de la disminución de casos graves, la transmisibilidad del virus es latente, por lo que recomendó, sobre todo, estar atentos a cualquier síntoma respiratorio. “En este contexto todo es COVID hasta que se demuestre lo contrario”.