Miles de mujeres se congregaron en el Parque de El Arbolito en el centro norte de la capital de los ecuatorianos para iniciar la marcha por el Día Internacional de la Mujer que conmemora la lucha social que ellas han tenido a lo largo de los años. 

Esta medida de hecho se realizo simultáneamente en otras localidades del país como Guayaquil en donde acudieron colectivos feministas y sociales que apoyaron la causa. Se pretende conmemorar a las mujeres de todas las clases y de todas las épocas. 

Además sirve como un reclamo colectivo para exigir la erradicación de la violencia de género, la equidad laboral y la representación política en una sociedad que las señala. Según las estadísticas, cada 32 horas muere una mujer en Ecuador. 

¿Qué dijeron las asistentes?

Micaela Torres fue con una pancarta y se unió a la marcha que se desarrolló en Quito. Ella considera que las personas deben concientizar sobre el daño que viven las mujeres en una sociedad patriarcal y que "hay que valorarlas porque todas venimos de una mujer". 

La joven recorrió la avenida Gran Colombia junto a sus compañeras gritando consignas como "Ni una menos, vivas nos queremos". La medida de hecho continuó por la calle Guayaquil y terminó en la Plaza Santo Domingo. 

Hubo cierres en las calles que dan acceso al Palacio de Carondelet, donde hubo decenas de policías resguardando los sitios. Durante algunos tramos. Las mujeres realizaban actos simbólicos para mostrar su inconformidad "por una sociedad que nos mira como objetos", según Jhoanna Arco. 

¿Hubo colectivos sociales?

En la marcha también participaron colectivos feministas de diferentes partes del país y acudieron familiares de mujeres que fueron víctimas de femicidio o que se encuentran reportadas como desaparecidas. 

Un grupo de ellos era la familia de la subteniente de las Fuerzas Armadas Aidita Ati, quien fue asesinada en el Fuerte Militar Napo, en la Amazonía ecuatoriana. Una de sus primas exigió justicia al estado y pidió reparación para los parientes. 

Otras mujeres fueron enmascaradas con caretas de payasos y diablos Huma, quienes aprovechaban la conglomeración de personas para pegar en las paredes panfletos con mensajes contestatarios. "Debemos hacernos notar de cualquier manera", gritaba una de ellas. 

Antes de llegar a la Plaza de Santo Domingo, algunas protestantes hicieron un círculo e intentaron provocar a los policías que resguardaban la intersección de las calles Simón Bolívar y Guayaquil, pero no pasó a mayores. 

Al final, las miles de mujeres que asistieron a la marcha se reunieron y colocaron las pancartas y las gigantografías de las víctimas en una zona de la plaza como acto simbólico. Algunas quemaron palo santo y bailaron en círculo. También hicieron algunos actos artísticos con cintas y tocaron los tambores. 

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