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Referencial. Al quitar el subsidio al diesel y gasolina extra, los servicios de transportación se verán afectados.Freddy Rodríguez / Extra

Lo que podría pasar por la liberación del subsidio a la gasolina

Al no contar con un poder adquisitivo alto, está medida afectará directamente a los servicios de transportación. La calidad se verá en problemas al no tener un control en los costos directos.

Entre las medidas económicas dictadas el pasado martes 1 de octubre por el presidente Lenín Moreno, se encuentra la liberación del subsidio al diesel, ecopaís y gasolina extra.

Mediante rueda de prensa, el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, declaró que el efecto del precio será visible en los próximos días, luego que las gasolineras se abastezcan de combustibles.

Pero, ¿cómo se verá afectada la ciudadanía? Primero que todo, el subsidio es la diferencia entre el precio real y cobrado de un bien o servicio que sirve para estimular el consumo.

El ingeniero Cristhian Sánchez Salinas manifiesta que estas medidas tienen pros y contras, dado el momento que atraviesa el país, específicamente en materia de crisis económica. “Esta medida puede beneficiar a Ecuador ya que es uno de los países en el mundo que vende gasolina muy barata”, menciona Sánchez, quien relaciona estas medidas como un paso a la liberación de más subsidios.

Uno de los contra de la disposición del ejecutivo —dice Sánchez— se vería reflejado directamente en la transportación. “Al subir el costo del combustible, alguien tiene que asumirlo. El dueño de las gasolineras no lo hará, es más, ese costo lo pagará el consumidor final”, afirma Sánchez.

Para el experto, el impacto repercute a varios sectores; es decir, que al momento que el precio del combustible suba, la organización de transportistas va a pedir una regularización en el control de los pasajes. “Sube la gasolina, sube el pasaje. La causa-efecto que produce esta medida va a afectar a ambos sectores: ciudadanía y transportistas”, asegura.

El experto en finanzas Gianpaulo Del Cioppo, explica que estas reformas tienen un alcance más profundo y que no solo la transportación urbana va a estar ’contra la pared’, sino también el gremio de taxistas. “Si antes una carrera costaba $ 5,00 del norte a centro, ahora tendrá un aumento de aproximadamente $ 8,00”, dice, ya que los combustibles estaban subsidiados a un 50 % de su valor natural.

Del Cioppo —además— analiza que la medida anunciada por el gobierno alterará los precios de los alimentos. Por ejemplo, si un transportista ’tanqueaba’ con 30 dólares para traer productos desde la sierra, con las nuevas medidas, ese precio estará bordeando los 60 dólares. Esto significa que los alimentos transportados tendrán un aumento en el precio por los costos variables en la transportación.

“Los productos de primera necesidad como la papa o verduras, tendrán un alto valor porque el costo de transportación va a aumentar”, indica el financiero, ya que especifica que todo el Ecuador sufrirá cambios de índole financiero. Además agrega: “El gobierno manifestó que esto es para sanear la crisis financiera, pero un país donde todo se escarece y sin hacer dinamizar la economía, difícilmente se hará productivo. Esto acelerará la inflación en Ecuador”.

Aunque el IVA (Impuesto al Valor Agregado) no aumentará —según el anuncio del presidente— para Sánchez es un ’juego de niños’. “Por un lado estipulan que no habrá aumento de IVA pero por el otro me dicen que la gasolina subirá. Es como un ’juego de niños’ porque de cualquier modo van a subir los alimentos, la ropa, el pasaje...”, dice.

Además, Sánchez explica que el retiro del subsidio a los combustibles es un “acto que afecta directamente a la vena del productor”, por ende la calidad de los servicios o de los productos no serán los esperados. “Si no hay una autoridad que explique detalladamente cómo se debe proceder, todo lo que se produzca perderá calidad. Esa es una forma de demostrar el descontento a esta medida”, puntualiza.

No obstante, si el poder adquisitivo de los ecuatorianos fuera alto, esta medida no sería de vital importancia. “Si nuestro poder adquisitivo fuera alto, esta disposición fuera desapercibida. Pero como en el país no hay plata, esto afectará directa o indirectamente, incluso, a los que la propusieron”, concluye Sánchez.