Colegial le ‘manchó’ el glúteo en la metrovía

Los roces continuos la incomodaron. Estaba de pie en un bus del sistema de transporte Metrovía, en Guayaquil, y detrás de ella iba un joven estudiante de colegio, quien a pesar del espacio que había a su lado, prefirió quedarse a sus espaldas.

‘Marisol’, de 26 años, no halló problema en que él se quedara en ese lugar, pues en ese instante pensó: “no creo que a un muchacho menor que yo (21) se le ocurra morbosearme”, comentó.

Por eso, la joven asumió que el contacto con su cuerpo no lo tenía directamente el colegial, sino su mochila, porque la llevaba por delante. Pero después, como medida adicional, la fémina empezó a empujarlo con los codos y luego trató de hacerse “más flaca”, hasta que su paciencia llegó al límite y volteó para reclamarle.

Sin embargo, antes que pudiera decir algo, la chica sintió que en un glúteo tenía dos manchas y que el estudiante que estaba detrás de ella, supuestamente tenía a la vista sus partes íntimas. En consecuencia, la víctima reaccionó y los otros usuarios del bus agarraron al sospechoso.

El hecho se registró en un tramo del recorrido que la metrovía realiza desde la avenida 25 de Julio, en el sur porteño, hasta el parque Victoria, en el centro. En la estación de este último lugar, el joven fue entregado a los policías de Servicio Urbano.

De ahí, el sospechoso y la víctima fueron trasladados a la Unidad de Flagrancia. El caso fue expuesto ante la fiscal Alexandra Castro, quien dispuso que la víctima denunciara el caso por el delito de abuso sexual, tipificado en el artículo 170 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

En el texto jurídico se señala que “la persona que, en contra de la voluntad de otra, ejecute sobre ella o la obligue a ejecutar sobre sí misma u otra persona, un acto de naturaleza sexual, sin que exista penetración o acceso carnal, será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco años”. (SCM)

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“Hay casos que no son denunciados...”

El fiscal Wilson Álvarez, de la Unidad de Flagrancia, reveló que a la Fiscalía llegan “diez casos semanales” de abuso sexual. Además, sostuvo que “hay algunos que no son denunciados por el temor de las víctimas a lo que diga la gente”.

También mencionó que en la mayoría de denuncias, los sospechosos alegan no haber cometido el delito. No obstante, “hay pruebas contundentes, como el hecho presentado”, acotó.

Esta vez el aprehendido dijo que el cierre de su pantalón estaba dañado. “Si no denuncio, imaginen a cuántas niñas les pudo hacer eso y ellas, por miedo, no hubieran denunciado”, expresó la perjudicada.