Hasta 90 reclamos mensuales por recargas no exitosas

El apuro de agarrar la Metrovía en Guayaquil se agrava cuando la tarjeta no tiene saldo y la unidad se aproxima. Mucho peor si la recarga que se hace resulta ‘no exitosa’. Inconveniente que sucede entre unas 80 a 90 veces por mes, al usar las máquinas recaudadoras de pasajes.

Leopoldo Falquez, gerente general de la Fundación Metrovía, sabe del problema y es quien confirma la frecuencia de estas averías. Aunque de lo reportado, asegura, no todos son verídicos o prefieren no reclamar su saldo. Es por eso que las devoluciones de estas recargas llegan solo a 60.

Ana Espinoza es parte de ese grupo de usuarios que eligió no llenar el formulario ni esperar al técnico para que su pasaje sea haga efectivo en la tarjeta. Esas son las dos formas que menciona Falquez, tienen las personas para que su dinero no se pierda en la transacción fallida.

Sin embargo, no a todos los afectados se las explican. Dos guardias de diferentes paradas fueron consultados por Diario Extra para saber el proceso a seguir si se da el problema. Ninguno, por razones de seguridad, es identificado en esta nota.

El primero no sabía, pero un empleado de limpieza intervino: “Tiene que ir no más a la estación del Terminal Terrestre”. El otro habló de un formulario, que debe ser completado cuando suceda el desperfecto, si es que no puede esperar a que un técnico llegue para devolverle la moneda. El segundo guardia tenía información más precisa, pero no completa.

Ocurre que a veces, las máquinas emiten un papel cuando no suman la recarga hecha, —que de acuerdo a Falquez ya está desactualizado— para dar la directiz de qué hacer: “Para hacer válido este recibo debe dirigirse al Servicio de Atención al Cliente (SAC), ubicado en estación Terminal Río Daule”.

Según Falquez eso no es así, sino que el que no pudo realizar con éxito su recarga tiene la opción de decidir, —llenando el formulario con datos de contacto— dónde se le facilita recoger su saldo atrapado.

Esa orientación no fue la que recibió Ana Espinoza, quien por dos ocasiones hizo recargas en la estación El Correo y perdió $ 1 de saldo. De eso ya pasaron dos meses, pero decidió dejarlo así porque una vez que llene el formulario, le advirtieron: “Con eso debe ir a la Terminal Terrestre”.

“En ese momento no tenía tiempo, no me iba a poner hacer todo eso”, recuerda Ana, quien iba con las justas para llegar a sus clases en la Universidad. Es que además del viaje hasta el Terminal, debía esperar a que el otro guardia llegue, porque era él quien tenía los formularios para iniciar el proceso de reclamo.

Lo cierto es que alrededor de estas transacciones fallidas hay un trámite que la mayoría quisiera evitar. En redes sociales, los lectores también se pronunciaron. De los 690 votos alcanzados en una encuesta donde se quería saber si habían tenido este problema con las recargas, el 59% dijo que sí. La realidad es compartida, pero la solución no tan socializada.

El procedimiento correcto según Fundación Metrovía es el siguiente:

- Reportar enseguida al guardia de seguridad la recarga no hecha.

- Evaluar si puede esperar cerca de 30 minutos al técnico o pedir el formulario para indicar la parada donde le conviene recuperar su dinero.

Un llamado a cuidar las máquinas

Falquez, como gerente general de este sistema de transporte masivo de la ciudad, refiere 5 motivos por los cuales las máquinas se quedan defectuosas. Asegura que el cuidado es en doble vía, tanto de la Fundación como de los usuarios:

- La funda recolectora de la máquina está llena y no procesa más.

- Monedas trabadas a causa de los chicles, imanes u otros objetos que los pasajeros introducen en las ranuras.

- La máquina se queda sin tarjetas que emitir y por lo tanto, deja de funcionar.

- La máquina queda fuera de servicio por algún daño eléctrico.

Cifras

- 213 máquinas funcionan en la Metrovía.

- 95 paradas completan el sistema de transporte.

- 2 técnicos por cada trocal están al servicio de cualquier falla en los sistemas.

- 2015, año en que se el cobro de pasajes se masificó solo con máquinas recaudadoras.