Justin, el niño de 9 años que sobrevivió a la balacera de la noche del viernes en las calles 26 y la Q, en el suburbio de Guayaquil, aún permanece hospitalizado, ya que uno de los proyectiles que ingresaron en su cuerpo no ha podido ser extraído, contó ayer su madre.

La señora recordó que aquella noche hubo un corte del servicio de agua en el sector y que su hijito salió de casa para comprar un galón del líquido.

“Mi hijo compraba agua cuando recibió dos balazos. Estaba en la tienda de al frente, corrió y fue en ese momento en que fue alcanzado por dos tiros. Uno en el tórax y otro en el brazo. Gracias a Dios no murió”, manifestó.

Mas una adolescente, de 15 años, quien habitaba en una casa vecina, llevó la peor parte. Ella recibió un disparo en la cabeza y falleció. Sus restos fueron sepultados la tarde de ayer. (AEB)