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Moto robada en Quito, pieza clave en crimen del hombre del carro de lujo en Guayaquil
A hombre asesinado en el centro de Guayaquil se la ‘tenían jurada’. La víctima tenía un amplio historial delictivo.
Sobre Carlos Alberto Macías Intriago, de 29 años, pesaban varias amenazas de muerte. Pese a ello, se movilizaba con normalidad por la ciudad y sin resguardo. Finalmente, a las 12:50 de este martes 8 de julio, esas advertencias se materializaron.
Macías, oriundo de Quevedo, cantón de la provincia de Los Ríos, fue atacado a tiros mientras se movilizaba en un vehículo plomo marca Mitsubishi, de placa GTL-2605, por la calle Escobedo, entre Aguirre y Luque, en pleno centro de Guayaquil.
Una allegada del fallecido le contó a la Policía que él se dedicaba al comercio y que ya había recibido amenazas de atentados contra su vida. Testigos indicaron que los responsables del ataque fueron dos hombres que se movilizaban en una motocicleta azul tipo deportivo, con placa KG625Q.
“Por las cámaras de videovigilancia, se pudo seguir el rastro de la moto hasta las calles Santa Elena y Maldonado, donde se perdió contacto visual. Sin embargo, durante un patrullaje por la zona, la Policía logró localizar la motocicleta abandonada sobre la acera, en la calle Santa Elena, entre Brasil y Gómez Rendón”, indicó una fuente de la Policía.

Dueño de moto había denunciado robo
El investigador reveló que la motocicleta había sido reportada como robada el pasado 26 de mayo de 2025 en el sector de Guamaní Alto, en la ciudad de Quito. “El denunciante, residente de esa ciudad, envió la documentación correspondiente para sustentar el hurto”, agregó el servidor policial.
Testigos también informaron a los agentes que al momento del ataque, la víctima se encontraba acompañada por otro hombre, vestido de manera semiformal, quien habría abandonado el lugar antes de la llegada de las autoridades.
El teniente coronel Jaime Lara, subjefe del Distrito 9 de Octubre, confirmó que Macías Intriago tenía prontuario criminal y fue víctima de un ataque directo. Por los antecedentes del fallecido, se presume que fue un ataque dirigido. “Ya se ha tomado contacto con sus familiares, aunque en estos casos normalmente no proporcionan mayor información”, manifestó.
Según el sistema judicial, el occiso registraba procesos por asesinato (en 2013 y 2022), tenencia de armas (2014) y robo (2027). En la escena del crimen, agentes de Criminalística recogieron 11 indicios balísticos, todos correspondientes a calibre 9 milímetros. (AEB)
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