Una veintena de mujeres muestra sus mejores pasos de baile en un parque del barrio Obrero Independiente, en el suroriente de Quito. No entrenan para un concurso ni practican una coreografía para alguna presentación, son habitantes de ese sector que, cansadas del sedentarismo, se juntaron para mover el cuerpo y ganar salud.

Se trata de un programa de bailoterapia que se realiza en el punto tres veces por semana (lunes, miércoles y viernes). Durante una hora, las residentes del lugar se mueven al ritmo de géneros latinos. Según las asistentes, la iniciativa es bastante seria y cuentan con instructores profesionales.

Esta actividad las mantiene motivadas, sobre todo ahora, que la crisis sanitaria ha limitado muchas de las actividades física y deportivas. Para evitar contagios, las vecinas de Obrero Independiente se ‘arma’ con alcohol y mascarillas y danzan a dos metros de distancia unas de otras.

Libre acceso

Algo que destacan las participantes es que el club de bailoterapia siempre está abierto para nuevas integrantes. Lo único que necesitan es voluntad para cumplir con las jornadas que se realizan de 18:00 a 19:00, junto a la Iglesia de la Sagrada Familia.

Entre los ritmos más solicitados por las moradoras están las cumbias, la canciones de salsa y de merengue. Entre las mujeres se han organizado para donar un dólar durante cada encuentro. Con el dinero juntado se paga a los instructores y de mantiene limpio el espacio.