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¡No soportó verla con otro!
Unas cartas de amor habrían alertado al sujeto. A los pocos días, la halló dándose besos cerca a su casa de Shushufindi, Sucumbíos.

El individuo adujo que mató a su pareja porque la vio besarse con otro tipo.
Frases como “mi amor, te quiero mucho, cómo quisiera volver a besar tus labios”, minaron la confianza de Lauro Jimbo hacia su esposa Juanita Pérez (nombre protegido).
Eso es lo que afirmó a los policías que lo detuvieron por el crimen de la mujer, ocurrido en Shushufindi, cantón de Sucumbíos. La aprehensión del sospechoso se dio siete días después en Puerto Quito, al noroccidente de la capital.
En esa localidad, el hombre estaba en la casa de su hermano, quien también fue puesto a órdenes de la justicia por tenencia de armas. Así lo detalló Jorge Dávila, mayor de Policía de ese sector.
Durante su traslado, el detenido contó que esas palabras de cariño estaban en cartas que le encontró a su pareja en su vivienda, ubicada en el recinto El Triunfo, cerca de San Pedro de los Cofanes, localidad amazónica. La autoría de las misivas se las atribuyó a un hombre, cuyo nombre generó peleas entre marido y mujer, según la declaración del tipo ante los agentes.
Jimbo detalló que su señora, al oír el reclamo, le aseguró que se había encontrado esos papeles. De ese modo, terminó, aparentemente, el asunto.
Pero un lunes de febrero de este año, la desgracia tocó a la puerta de la familia. El indagado no especificó la fecha exacta, pero él salió de su propiedad hasta el pueblo, manejando su motocicleta.
Llevaba a una de sus tres hijas hacia la escuela. Las otras dos se fueron a clases en un autobús. Eran cerca de las 09:00, cuando Jimbo dejó a su ser querido y retornó a su vivienda.
A pocos metros de llegar a su domicilio, el sindicado la vio a ella y al autor de las cartas, besándose. Ambos aparentemente estaban en el pasto de la zona, recostados.
El ‘galán’ vio al marido de la señora y salió corriendo. Los reclamos no se hicieron esperar, dijo Jimbo y, en ese momento, supuestamente la mujer lo amenazó.
“La conviviente había expresado que lo iba a hacer matar con su ‘mozo’, argumentó el individuo a sus captores. Él fue a la lavandería y habría tomado un cuchillo, con el cual le cortó el cuello a Juanita.
Ella cayó al suelo y murió. Después, Jimbo cogió una carretilla de madera, subió el cadáver, dirigiéndose hasta la finca de un vecino.
Allí cavó un hueco, colocó el cadáver y lo sepultó. Para justificar la ausencia, el hombre dijo a sus hijas que ella se había ido Pero unos agricultores que laboraban en ese terreno localizaron el cuerpo, gracias a unos perros que los acompañaban.
El hallazgo se produjo el 7 de marzo, un día después de que la familia de la mujer puso la denuncia por su desaparición. Los allegados dijeron que Juanita no era localizada desde el 25 de febrero. (MAG)
Detención
Procesado por las armas
Las hijas de la pareja manifestaron que su papá se fue para Puerto Quito, de visita donde una tía. De ese modo, los investigadores rastrearon las llamadas y llegaron hasta el recinto Las Maravillas.
Al lugar accedieron los agentes con la boleta de captura que se giró contra Jimbo. Pero no solo eso, los investigadores también capturaron al hermano del sospechoso, porque en el sitio hallaron cinco armas de fuego.
Asimismo, el pariente del implicado en el femicidio tenía una orden de detención, pero en este caso por robo, acotó Dávila.
Los ñaños están con prisión preventiva por el delito de tenencia y porte ilegal de armas de fuego. Por el momento, la judicatura no ha registrado algún proceso por la muerte de la mujer.