La muerte de Byron Javier Calderón Mendoza, de 36 años, era un misterio hasta que dieron a conocer los resultados de su autopsia.

La herida en la cabeza motivó a su hermano, Wilmer Calderón, a pensar que lo mataron, pero luego las investigaciones determinaron que habría sido víctima de un accidente de tránsito.

Su cuerpo fue encontrado el jueves 13 de enero dentro de una vivienda abandonada del barrio Las Brisas, en la parroquia Barbones del cantón El Guabo, provincia de El Oro.

Wilmer relató que aquel día se despertó asustado, con un “apretón en el pecho”, presintiendo que algo malo le había pasado. De inmediato se cambió y fue a la casa donde vivía, pero no lo encontró.

Manchas de sangre y huellas de arrastre lo llevaron al patio. Ahí lo halló con la cabeza tapada. Al tocarlo lo sintió helado y al levantar la colcha vio que tenía una herida en la cabeza y sangre en los oídos, por lo que creyó que lo habían asesinado.

Rápidamente pidió ayuda a los vecinos y persiguió a un amigo del ahora fallecido, a quien acusaba de su muerte y lo hizo detener para investigaciones. Sin embargo, la autopsia determinó que su fallecimiento se debió a un “probable suceso de tránsito”.

La última vez que vieron a Byron Calderón fue a las 17:00 del miércoles 12 de enero. Se presume que en horas de la madrugada fue atropellado por un automotor mientras estaba en la calle. Se asume que herido caminó hasta la casa y se arrastró al patio, donde murió.

El deudo explicó que desde hace varios años su ñaño, a quien conocían como Barco, abandonó el hogar para deambular en la calle, pues cayó en el “mundo de las drogas”. Y en los últimos meses se metió junto con un amigo en una vivienda deshabitada, donde pasaban las noches. (DAD)