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¡Al son de la salsa le dieron plomo!
La víctima apenas había llegado al lugar para encontrarse con unos ‘panas’. Un guardia también resultó herido.

Jefferson Ramírez colocó una vela en el sitio del crimen.
Caminaba tranquilo hacia la esquina donde habitualmente se encontraba con sus amigos, junto a un puesto de salchipapas, en las calles Ambato y Portete, del sur de Guayaquil.
Eran aproximadamente las 22:00 del viernes 26 de julio y la salsa ya empezaba a sonar en las discotecas del sector, pero aún había poca clientela.
Frente a estos locales, pasaba a pie Luis Felipe Carpio Caicedo, de 28 años, al parecer, sin percatarse que otro sujeto se acercaba a sus espaldas para matarlo.
Fueron varios disparos los que el criminal descargó. Algunos testigos recordaron haber oído nueve y otros hasta quince tiros, pero estas balas no solo impactaron al transeúnte, sino también el guardia de una salsoteca.
El celador, identificado como Daniel Zúñiga Chávez, sufrió dos heridas de proyectiles en sus piernas y fue trasladado de urgencia al hospital Teodoro Maldonado, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Luego, fue derivado al Abel Gilbert Pontón, del suburbio. La condición médica de Zúñiga era estable, porque sus órganos vitales no habrían sufrido daño, confirmó a EXTRA un oficial encubierto.
Velaron la sangre
Ayer por la mañana, sobre el parterre aún había gran cantidad de sangre. Algunos amigos de Carpio Caicedo se reunieron en el sitio para dialogar de lo acontecido. Estaban desconcertados.
Uno de ellos, Jefferson Ramírez, llegó con una vela y la encendió en el piso, junto a un pedazo de cartón para evitar que se apagara con el viento.
“Le decíamos Pabellón. Él era ‘pana’ de nosotros aquí en el barrio, aunque no vivía por aquí. Era una persona tranquila, que deja dos hijos pequeños”, comentó el amigo.
Daniel Solórzano también coincidió con que se trataba de una persona que no se inmiscuía en problemas. “Lo conozco desde que era un niño. Aquí venía a ‘pelotear’ con nosotros”, comentó el hombre, quien se enteró de la noticia cuando salió a pasear a su mascota.
Antecedente
Sin embargo, el fallecido registraba una detención por un robo cometido en el mismo sector, en el año 2015, según informó el capitán Rommel Tobar, del distrito policial 9 de Octubre.
El oficial explicó que el asesino habría llegado en compañía de otro individuo y que supuestamente escaparon en un vehículo que los esperaba a pocos metros.
“No sabemos quiénes pudieron haber hecho esto. Es algo que no podemos creer. Esta noche no hemos dormido. Esperamos que se haga justicia”, dijo Jefferson Ramírez, mientras dejaba atrás el lugar en el que su amigo fue asesinado.