Las autoridades fueron alertadas a las 08:45 de ayer sobre el caso de un hombre fallecido, aparentemente con COVID-19, en La Ecuatoriana, sur de Quito. Era una persona, de 40 años aproximadamente, que reciclaba botellas plásticas para sobrevivir. Hasta el momento no se sabe su identidad.

Verónica Carpio, moradora del sector, vio al reciclador sentado sobre el césped de un terreno, ubicado en las calles Paulina Hernández y Marco Chiriboga. Parecía que estaba aturdido.

“Yo me estaba yendo al mercado, lo vi de lejos”, dijo. Al regresar, ella y otros vecinos lo vieron recostado pero con los ojos y la boca abiertos. No se acercaron demasiado.

Una paramédico lo revisó y alertó a los policías que se trataría de un muerto por coronavirus. Por eso se activó el protocolo de levantamiento de ese tipo de cadáveres, según el capitán Carlos Almeida. “Criminalística debe levantar las huellas y averiguar de quién se trata”.

En la primera revisión del cuerpo se determinó que el indigente no tenía signos de violencia. “En este caso no se realizaría autopsia y lastimosamente no se ha presentado ningún familiar para entregarle el cuerpo”, agregó el oficial