Sara no soportó la tristeza que le causó ver la piel de su rostro quemado al reflejarse en la pantalla del teléfono celular de su mamá y lloró.

Desde el ataque con ácido sulfúrico del que fue víctima la mañana del pasado martes en la cooperativa Flor del Fortín, noroeste de Guayaquil, la joven, de 22 años, no se había visto en un espejo.

Mercy, madre de la afectada, la visitó por la noche en el Hospital Universitario, donde permanece asilada recuperándose de las quemaduras de segundo grado en la cara, tórax y extremidades superiores.

Cuando le mostró un vídeo de sus tres niños “para animarla y que sepa que están bien”, Sara aprovechó para ver cómo había quedado su cara. Sus lágrimas mojaron las mejillas marcadas por la agresión presuntamente cometida por Luis Antonio Benites Ruiz, su expareja y padre de sus hijos.

El sospechoso fue detenido dos horas después de la agresión y durante la audiencia de formulación de cargos, el juez que ofició la diligencia le dictó prisión preventiva e inició la instrucción fiscal. La investigación durará 30 días, informó el fiscal de flagrancia, Víctor González.

escondió el químico

Mercy ahora permanece al cuidado de sus tres nietos y confía que pronto su hija volverá a casa “como si nada hubiera pasado”.

Sin embargo, ella reconoce que para que eso suceda Sara deberá someterse a un tratamiento en las zonas que resultaron lesionadas por componente químico.

La progenitora contó que el acusado llevaba la sustancia corrosiva en dos envases plásticos, que los mantuvo escondidos entres unos matorrales, “esperando a que saliera (de su vivienda) mi hija”.

“Mi niña cerró sus ojitos para evitar que el ácido queme los ojos, mientras que mi esposo corría detrás de Luis”, rememoró con tristeza Mercy.

Reprochó la actitud de su exyerno, a quien acusó de agredir constantemente a su hija, motivado por los celos.

“Él la llevó a trabajar en una empacadora (en Durán), pero luego comenzó a celarla con sus compañeros, no quería que conversara ni con sus amigas”, sostuvo la señora.

Requiere ayuda para tratamiento

Mercy manifestó que su hija, entre lágrimas, le pidió que “se haga justicia, que pague con prisión por lo que me hizo”.

Recordó que varias veces le había pedido a Luis que cambiara su actitud, que dejara de ser celoso y que se preocupara por sus hijos.

“Mi hija trabajaba para sus hijos, porque él no les pasaba nada”, aseguró la progenitora.

Sara necesita someterse a un tratamiento con cremas especiales. Quienes deseen colaborar con ella pueden contactarse al 0939637882.