Lloraba desesperadamente mientras un agente la abrazaba. Segundos antes, la mujer estaba encaramada en un puente peatonal en Chillogallo, en el sur de Quito, la tarde del martes 6 de octubre. Quería morir.

Agentes Civiles de Tránsito subieron al paso peatonal para intentar persuadirla de su decisión. "Tranquila, tranquila", le decía uno de ellos desde lejos.

 Ella se sostenía de las mallas y tuvieron que correr para sostenerla. La bajaron del barandal.

El hecho lo dio a conocer Juan Manuel Aguirre, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito, en sus redes sociales. "Coordinamos con @ECU911Quito para su traslado, valoración médica y atención psicológica", publicó la entidad.

"No quiero estar aquí, no tengo para pagar el arriendo", gritaba la mujer que vestía pantalón negro y chompa gris.

Relataba que la dueña de casa la quería botar y que no tenía dinero. "¡No quiero ya vivir!", decía varias veces.

Finalmente una de las agentes la consoló diciéndole que "para todo hay solución".