Una migrante hondureña residente en Florida ha sido notificada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de una multa de 1,82 millones de dólares por permanecer en Estados Unidos durante 20 años tras recibir una orden de deportación en 2005. La sanción se calcula en base a 500 dólares diarios desde la fecha de la orden.

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Una multa millonaria por permanecer en EE.UU.

La mujer, madre de tres hijos ciudadanos estadounidenses, enfrenta una penalidad de 1.821.350 dólares, equivalente a más de 44 años de trabajo sin descanso, suponiendo un salario mínimo de 14 dólares por hora en Florida. 

La abogada de la migrante, Michelle Sánchez, argumenta que su clienta no tiene antecedentes penales recientes y cumple con los requisitos para solicitar la residencia permanente. Sánchez presentó una moción para anular la orden de deportación, pero advierte que impugnar la multa podría conllevar el riesgo de deportación, lo que afectaría gravemente a los hijos de la migrante.

Una estrategia para infundir miedo, según expertos

La abogada calificó la multa como una estrategia del ICE para "aterrorizar" a los migrantes indocumentados con sanciones económicas exorbitantes. Esta medida se enmarca en una política migratoria más agresiva anunciada por la Administración Trump en abril, que contempla multas y posibles procesamientos para quienes incumplan órdenes de deportación. 

La historiadora Brianna Nofil ha señalado que la detención de inmigrantes se ha vuelto un componente significativo del encarcelamiento masivo en EE.UU., alimentado por contratos privados que generan ganancias substanciales .

Implicaciones para hogares de estatus mixto

Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes advierten que este tipo de sanciones podría afectar a hogares de estatus mixto, donde conviven migrantes indocumentados con ciudadanos o residentes permanentes. 

Estas multas podrían empujar a familias vulnerables bajo el umbral de pobreza, afectando especialmente a niños que viven con familiares indocumentados .

La situación de esta migrante ejemplifica las tensiones actuales en la política migratoria de EE.UU., donde las medidas punitivas se combinan con riesgos significativos para los migrantes y sus familias.

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