Los seis individuos que interceptaron, secuestraron y asesinaron a Dilberto Assab Gorozabel Peñaloza (35 años) y a Abel Alejandro Alvarado Mendoza (42) vestían como policías y estaban fuertemente armados. Los dos fueron sacados del aeropuerto José Joaquín de Olmedo y embarcados en una camioneta blanca, a la cual luego le colocaron un explosivo.

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Este hecho violento se registró la noche del miércoles 20 de diciembre. Con él, la Zona 8 (conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón) suma 2.657 asesinatos, a nueve días de que termine el 2023.

Las víctimas, quienes registraban un amplio historial delictivo, fueron ejecutadas en la autopista Narcisa de Jesús, en el instante en que individuos que al parecer les daban seguridad intentaron liberarlos.

“La intención de los fallecidos era viajar a Quito. Iban a tomar un vuelo. Los interceptaron en el área de arribo nacional y se inició una persecución que terminó en balacera. Los secuestrados, al parecer, se aflojaron e intentaron escapar y cuando cayeron al piso les dispararon. Uno de ellos era conocido con el alias de Tigrillo y tenía nexos con Leandro Norero”, indicó una fuente policial a EXTRA.

Los secuestradores, quienes se identificaron como agentes, serían integrantes de una organización criminal y su intención, al parecer, era desaparecer y silenciar a Tigrillo.

De acuerdo con la información recabada por los investigadores, los asesinados “eran compadres” y la camioneta en la que se los llevaron era escoltada por un auto amarillo, el cual fue hallado abandonado en la ciudadela Los Vergeles, norte porteño.

Tras el asesinato de Gorozabel y Alvarado, los sujetos que se movilizaban en la camioneta blanca tomaron la vía Perimetral para huir. Sin embargo, en el trayecto se toparon con policías que realizaban un patrullaje de control cerca de un centro comercial situado en el noroeste de la ciudad y, en su afán de huir, accionaron un dispositivo que provocó la explosión del vehículo.

El coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Nueva Prosperina, dijo que los delincuentes robaron otro carro y huyeron del sector. Este vehículo luego fue encontrado incinerado en los exteriores del estadio Chucho Benítez del parque Samanes.

Cerca del centro comercial, donde fue quemada la camioneta blanca, la Policía aprehendió a Manuel Gamboa Merchán, quien según las pericias habría participado en el secuestro y asesinato de Gorozabel y Alvarado.

En su poder se halló un chaleco de la Policía Nacional, un casco balístico, botas tácticas, un arma de fuego tipo fusil, un cargador con sus respectivos cartuchos, un celular y una granada de mano. En un allanamiento a su domicilio se encontró droga. 

Gorozabel Peñaloza, alias Tigrillo, registraba tres antecedentes penales: uno por tenencia de armas (2009) y dos por robo (2010 y 2017). Además de cuatro procesos judiciales, dos por robo, uno por tenencia de armas de fuego y otro por asociación ilícita. Él habría sido el blanco de los criminales.

Alvarado Mendoza tenía tres antecedentes por robo (dos en 2006 y uno en 2023) y tres por existencia del delito (uno en 2015 y dos en 2018). También registraba siete procesos por delitos como estafa, apropiación fraudulenta por medios electrónicos y robo.

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