La muerte de Emely, una niña de 8 años que falleció la mañana de jueves 25 de junio en una casa de salud de Guayaquil, a causa del Síndrome Inflamatorio Multisistémico (SIM), una enfermedad derivada del COVID-19 que afecta a niños y adolescentes, prendió las alarmas en el cantón Buena Fe de la provincia de Los Ríos.

Sus padres no asimilan esta pérdida que se ha sumado a la de otros familiares que, al parecer, se contagiaron de coronavirus y habrían mantenido contacto directo con la menor, por lo que ahora tomarán los correctivos para que la enfermedad no se siga propagando.

Sin embargo, la jefa política de Buena Fe, María Fernanda Zambrano, manifestó que este caso no sería el único, por lo que hicieron una prueba a otra menor, quien resultó positivo. Anoche 26 de junio, la niña fue llevada desde el hospital de Quevedo hasta una casa de salud de Guayaquil. Además, la autoridad detalló que existen otros 3 casos sospechosos de menores.

Zambrano informó que se están efectuando operativos para que los menores no deambulen por las calles y así el virus no se propague.

Explicó que el hecho de que el cantón se mantenga en semáforo amarillo, no significa que ya la vida es normal. Espera que no exista un rebrote debido a que en la semana del Día del Padre se hicieron muchas fiestas con aglomeraciones y sin distanciamiento social.

“Estaremos trabajando en los barrios donde existe el mayor descontrol por parte de las familias. Pedimos de favor que mantengan el distanciamiento social para que no siga habiendo más brotes en Buena Fe”, expuso Zambrano.

Al momento, en el cantón se están ejecutando operativos de control con la policía y militares para que se respeten las disposiciones del toque de queda, pues si existe un informe negativo del Comité de Operaciones Emergentes (COE), se podría volver a la modalidad de semáforo rojo.