Lavar ropa, tender las camas y ayudar con la limpieza son solo algunas tareas vitales para el funcionamiento de la casa. Los padres encuentran en sus hijos esa ayuda extra para el mantenimiento del hogar, pero en algunas ocasiones las responsabilidades sobrepasan a los más pequeños.

En 2017, la organización Plan Internacional realizó un estudio en varias provincias del país — Manabí, Guayas, Santa Elena, Los Ríos y Loja— en donde se entrevistó a niños que realizaban actividades domésticas no remuneradas para que compartan sus experiencias y su opinión sobre este tipo de responsabilidades.

Los resultados mostraron que las creencias culturales influyen a la hora de encargar determinadas actividades a los pequeños; además, se notó que las tareas domésticas forman parte importante en la rutina de los niños ecuatorianos. “El trabajo doméstico no remunerado que realizan niñas, niños y adolescentes, como “ayuda” en sus respectivos hogares, compromete al 93,72 % de los casos, según sus madres y padres”, se precisó en el escrito con cifras de Manabí.

Y tan solo el 6,28 % restante no tiene a cargo ninguna tarea hogareña. Estos niños libres de responsabilidades en casa son menores a los cinco años. En la mayoría de casos, labores como la limpieza y el orden están entre sus obligaciones; así como también lavar los platos y cocinar.

Más datos fueron detallados según la identidad étnica de los niños en este cuadro:

¿Cuánto tiempo le dedican los niños?

Basados en la opinión de sus padres, se determinó que un 58 % de niñas, niños y adolescentes dedican una o dos horas por día al trabajo doméstico en esa provincia; un 39 % supera las dos horas diarias, mientras que un 8,51% se ocupan de estas tareas por más de cuatro horas.

Aunque para los padres puede parecer un tiempo muy corto, los chicos lo perciben con un poco más de “dureza”. Sin embargo, los quehaceres domésticos se convierten en algo que sí o sí los menores deben realizar o podrían recibir un castigo.

A lo largo del estudio se mostró que las niñas pasan más tiempo en el cuidado del hogar; además, son destinadas a tareas de ‘niñas’ como la cocina. Este tipo de situaciones no son de extrañar, de hecho, según las cifras de las Cuentas Satélite del Trabajo No Remunerado, publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), las mujeres son quienes realizan gran parte de la carga de trabajo doméstico y de cuidado en los hogares. En total, su aporte con las actividades domésticas representa un 76 %, que si lo llevas a dólares esto se traduce en unos $ 15.131 millones.

Los motivos

La obediencia y el miedo a sus mayores —padres, madres o abuelos— son dos factores que influyen en el cumplimiento de tareas en casa. También se mencionó la necesidad de complacer y demostrar amor que se perdura en la niñas: “debo ayudar a mi madre y luego, debe atender a su marido e inmediatamente atender a los hijos”.

El problema

Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cerca de 17,2 millones de niños y niñas realizan trabajo doméstico con o sin remuneración en la casa de un tercero o empleador. De estos, 11.5 millones se encuentran en una situación de trabajo infantil.

La OIT se aleja de las actividades que podrían considerarse como ‘ayuda en casa’ para enfocarse en el problema del trabajo infantil doméstico, en el que los niños trabajan sin haber alcanzado la edad legal para hacerlo o lo hacen en condiciones peligrosas.

“Alrededor del 65 por ciento son menores de 14 años, pese a que la edad mínima legal para trabajar en la mayoría de los países es de 15 años y, en algunos de ellos, de 14 años. De este grupo, 7,4 millones tienen entre 5 y 11 años, y 3,8 millones entre 12 y 14 años”, señala la organización en su informe Guía Práctica Para Erradicar El Trabajo Infantil Y Proteger A Los Trabajadores Jóvenes En El Trabajo Doméstico.