Kenny Andrés y Adrián Arom Aguirre Correa dormían tranquilamente cuando la muerte los sorprendió. Su agresor ingresó por el techo del patio de su vivienda, ubicada en las calles 45 y la P, en el suburbio de Guayaquil, y los atacó brutalmente con un arma blanca mientras descansaban.

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El hecho violento ocurrió alrededor de las 03:00 de la madrugada de este sàbado 14 de junio. Con este doble crimen, el distrito Portete, al que pertenece el sector donde sucedió el ataque, alcanzó los 175 homicidios en lo que va del año, cifra que supera en 101 casos los registrados en el mismo período de 2024, según datos policiales.

Una moradora, que pidió reserva de su identidad por temor a represalias, relató que no escucharon gritos de auxilio hasta que Kenny Andrés, el mayor de los hermanos, salió ensangrentado de la casa pidiendo ayuda: "No me dejen morir", suplicó frente a la puerta de su vecina.

“Tenía cortes por todo el cuerpo, especialmente en el tórax, y una herida profunda en el cuello. Como pudo, llegó hasta la casa de enfrente gritando por auxilio, pero enseguida se desplomó debido a la gravedad de las heridas y falleció”, contó la vecina, aún alarmada. Asimismo, recordó que el cuerpo de Adrián Arom quedó tendido en el patio del domicilio y presentaba heridas aún más violentas que las de su ñaño.

“A él le cortaron la yugular, lo apuñalaron en la cara y le ‘picaron’ los ojos. Su cuerpo estaba bañado en sangre, casi sin ropa”, añadió.

Una tía de las víctimas manifestó que ambos jóvenes eran personas tranquilas. “Kenny trabajaba como mecánico y Adrián como reciclador. No entendemos por qué los mataron de forma tan brutal y con tanta saña”, señaló.

El padrastro de los jóvenes contó que ellos vivían solos y que su madre reside en España.

La Policía y la Fiscalía investigan este crimen como un caso de violencia extrema, sin que hasta el momento se haya determinado el motivo ni identificado al responsable, o si fue un solo agresor o varias personas las que ingresaron al inmueble, cuyas paredes del patio están cubiertas con láminas de zinc.

Sin embargo, una fuente policial reveló que, horas después del hecho sangriento, fue detenido un individuo que anteriormente había vivido en el domicilio junto a las víctimas.

“Al parecer, ellos le habían dado posada, pero hace algunos días le pidieron que se fuera. Los vecinos afirman no haber visto nada, y tampoco el sector cuenta con cámaras de seguridad”, informó a EXTRA la fuente policial. (AEB)

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