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L a relación entre el primer mandatario de Argentina y su Vicepresidenta se ha ido fragmentando severamenteMontaje EXTRA

¿Qué está ocurriendo con Javier Milei y su vicepresidenta?

La relación de estas dos figuras importantes para el gobierno de Argentina, están tan distanciadas que ni siquiera se saludan 

La vicepresidenta argentina, Victoria Villarruel, ha pasado de ser el complemento ideológico de Javier Milei a una presencia cada vez más disonante dentro del oficialismo. Las recientes tensiones con el mandatario, que incluyen desaires públicos y cruces verbales, marcaron un punto de quiebre que difícilmente pueda revertirse.

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Vínculo fuerte que se fue deteriorando 

En sus inicios, Milei y Villarruel representaban dos caras de una misma estrategia electoral: él, el liberal disruptivo; ella, la conservadora de raíz militar. Compartieron espacio en la Cámara de Diputados y lograron, juntos, llegar al poder en diciembre de 2023. Pero la armonía no duró.

Al inicio a Milei y Villarruel se los vía muy activos y juntos en redes sociales y en actos públicosMontaje EXTRA

La ruptura comenzó a notarse en pequeños gestos, hasta que el 25 de mayo, durante un acto patrio en la Catedral de Buenos Aires, Milei evitó saludar a su vicepresidenta frente a las cámaras. Desde entonces, el silencio fue reemplazado por reproches públicos y acusaciones de “traición”.

Una sesión que lo cambió todo

El punto de inflexión fue una sesión en el Senado que, bajo la vicepresidencia de Villarruel, permitió el avance de leyes impulsadas por la oposición. Entre ellas, un aumento en pensiones y subsidios que, según el oficialismo, pone en riesgo el equilibrio fiscal.

Milei no tardó en atacar en redes sociales y, aunque no la nombró directamente, calificó de “traidora” a quien había permitido aprobar dichas leyes. Villarruel respondió con ironía y firmeza, exigiendo al presidente “actuar como un adulto” y cuestionando sus gastos en viajes y servicios de inteligencia en lugar de invertir en lo social.

Antecedentes de Villarruel

Villarruel no es una figura improvisada. Hija y nieta de militares, fue moldeada en un entorno donde la patria y la religión eran pilares inquebrantables. Su padre, un oficial del Ejército, se negó a jurar la Constitución durante el retorno democrático, hecho que marcó la conciencia política de la futura vicepresidenta.

Desde pequeña a Villarruel su padre y abuelo le inculcaron la importancia de la religión y la patriaLA NACIÓN

Con una formación en derecho y estudios en seguridad antiterrorista, fundó el CELTYV, una ONG que puso el foco en las víctimas civiles de las guerrillas de los años 70. Este perfil la llevó a enfrentarse con organismos de derechos humanos, que la acusan de revisionismo y de minimizar los crímenes de la dictadura.

Choques con Karina Milei

Una de las principales grietas entre Villarruel y el oficialismo se abrió en su relación con Karina Milei, hermana y mano derecha del presidente. Según fuentes cercanas, nunca lograron una convivencia política saludable. La desconfianza mutua marginó a la vicepresidenta de las decisiones clave del gobierno.

Hubo rupturas y maneras de pensar muy diferentes entre Villarruel y K. MileiMontaje EXTRA

A partir de allí, Villarruel intentó ganar protagonismo propio, asumiendo roles que Milei dejaba vacíos: actos oficiales, reuniones con gobernadores y diálogos con la oposición. Esa autonomía fue leída en el círculo del presidente como una amenaza.

Signos de independencia

Devota católica de misa en latín, ferviente nacionalista y crítica de la admiración presidencial por Margaret Thatcher, Villarruel comenzó a construir un perfil que choca con el discurso promercado y cosmopolita de Milei.

Su retórica directa y su capacidad de oratoria son reconocidas por aliados y opositores. Sus discursos no pasan desapercibidos y, para muchos, ya está posicionando su imagen para ir más allá del rol de vicepresidenta. 

¿Argentina tendrá una candidata a la presidencia?

Aunque Victoria Villarruel no ha declarado su intención de postularse a la presidencia, su círculo cercano asegura que la ambición existe. Según la periodista Emilia Delfino, un excolaborador reveló que la vicepresidenta solía reflexionar a diario sobre ese futuro posible.

Sus símbolos personales como sus perros Gaucho y Capitán, o su bandera con la “V” de Victoria, reflejan una figura con aspiraciones propias, que ya no se limita a ser la sombra de Milei. En un gobierno marcado por las tensiones internas, Villarruel parece decidida a escribir su propio capítulo.

Es importante destacar que, algunas de las fecha mencionadas al igual que situaciones, se basaron en información publicada y pública de BBC Mundo

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