Los rumores que desde hace dos meses circulaban por los pasillos del plantel educativo donde un adolescente de 15 años cursaba el primer año de bachillerato, se convirtieron en una cruel realidad. La tarde del martes dos hombres en moto lo interceptaron a la salida del ‘cole’ y le descargaron 11 tiros.

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El crimen del menor de edad, quien al parecer era integrante de una organización criminal, de acuerdo con información de la Policía, se registró en los exteriores de una unidad educativa ubicada en la avenida 25 de Julio, en el sur de Guayaquil.

La hermana del adolescente contó a este Diario que Samuel, el menor de sus ñaños, estaba amenazado de muerte y que meses antes había sido secuestrado por una banda delictiva.

“Estábamos planeando salir del país por todo lo que está pasando. A nosotros no nos había dicho nada, pero en el colegio había esos rumores y él no los había tomado en cuenta. Era su primer año allí, antes estudió en otro plantel, pero tuvo problemas y mi mamá lo cambió, para que no se dañe”, narró la joven, mientras en los exteriores del Laboratorio de Criminalística acompañaba a sus padres, quienes realizaban los trámites para retirar el cadáver.

Una fuente policial informó que la madre del adolescente les manifestó que en mayo pasado su hijo desapareció de la casa por cinco días y que cuando regresó tenía tatuajes de lagartos en su cuerpo.

“El joven le manifestó a su progenitora que lo habían secuestrado individuos de la organización criminal Los Lagartos, quienes operan al sur de Guayaquil. Estos le realizaron tatuajes, indicándole que él ya pertenecía a esta banda y que si no hacía lo que le decían o se borraba los dibujos, lo mataban”, dijo la señora a los investigadores.

El próximo 2 de septiembre Samuel cumpliría 16 años. Residía en el sur porteño y para retornar a su domicilio tomaba un bus de transporte público. Cuando fue interceptado por sus verdugos caminaba hacia un paradero. (AEB)

El coronel Henry Coral, jefe del distrito Esteros, informó que el crimen del estudiante se habría debido a una retaliación de bandas delictivas, según versiones de las personas que se encontraban en el lugar.

Corroboró que los criminales llegaron en una motocicleta y que de esta se bajó un individuo, que fue quien le propinó los balazos al menor de edad. La víctima mortal tenía tatuajes en su cuerpo.

“Hay bandas que están enquistadas en las unidades educativas. Por eso es importante que los padres de familia controlen a sus hijos, que traten de conversar con ellos y sean más empáticos. Últimamente hemos tenido resultados que nos indican que estas bandas están reclutando a menores de edad para sus organizaciones, les hacen ver lujos, dinero, teléfonos y los captan”, manifestó.

Afirmó que también es importante que las organizaciones estatales se integren más a estos grupos vulnerables, para así evitar que las mafias capten a niños y adolescentes.

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