Dos años de investigación permitieron la captura de 13 personas, entre ellas tres miembros activos de la Policía Nacional del Ecuador, quienes fueron puestos a órdenes de las autoridades judiciales como parte del operativo Gran Fénix 23-Pitahaya, ejecutado en coordinación con organismos internacionales.

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El coronel Francisco Zumárraga, director nacional de Investigación Antinarcóticos, informó que la operación se realizó en conjunto con la Brigada Policial de España y la Fiscalía General del Estado, logrando ejecutar varios allanamientos en Quito y Guayaquil, donde se produjo la detención de los implicados.

“Lo más relevante fue la captura de objetivos de intermedio valor, quienes enfrentan procesos judiciales por tráfico de drogas, robo y tenencia de armas no autorizadas. Además, gracias al intercambio de información con la Policía española, se logró detectar un posible envío de alcaloides por vía aérea”, explicó el coronel Zumárraga.

Uno de los hechos claves se registró el 15 de agosto de 2024, cuando fue incautado en Madrid un cargamento de 165 kilos de cocaína, camuflado en una exportación de pitahaya enviada desde Ecuador. En esa operación fueron detenidos cuatro ciudadanos de nacionalidad albanesa, española y argentina.

Las investigaciones revelaron que la organización criminal utilizaba un modus operandi basado en la contaminación de contenedores aéreos, simulando exportaciones legales de frutas como pitahaya, maracuyá y naranjilla.

La droga era enviada desde Ecuador a España, donde era distribuida en el territorio ibérico y posteriormente en otros países de Europa.

La estructura contaba con funcionarios públicos y de aduanas ecuatorianas, quienes facilitaban la salida de los cargamentos ilícitos. En territorio español, la organización se apoyaba en una red logística integrada por ciudadanos de nacionalidad albanesa.

Entre los detenidos se identificó a dos objetivos de intermedio valor, con presuntos vínculos con Julio Alberto Martínez, alias Negro Tulio, cabecilla del grupo terrorista Chone Killers, quien fue sentenciado el viernes 23 de mayo a 34 años y 8 meses de prisión, por el delito de terrorismo.

Los otros vinculados son Enrique Efraín C. V., con antecedentes por tráfico de drogas, ocultación de cosas robadas y tenencia de armas (2015, 2020 y 2024) y Denis Valentino G. A., detenido en 2008 por tenencia y posesión ilícita de armas.

Según la Policía, ambos cumplían funciones de veedores de los envíos ilícitos dentro de la red criminal. (AEB)

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