Era un bebé de 6 meses. Uno que no paraba de chuparse el dedo. Los padres de Roberto Baldeón, que ahora tiene 40 años, decidieron regalarle un ‘monito chupadedo’, un peluche que apodaron ‘Tito’. Fue en agosto de 1981.

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Hubo de todo, música, baile, comida, pastel y hasta el ‘snack’ favorito de ‘Tito’, guineo, para todos los invitados. Le cantaron el cumpleaños feliz y hasta le metieron la cara en la torta.

‘Tito’, quien lucía un gorrito cumpleañero celeste y un lacito en el cuello, ‘bebió’ demasiada sangría y terminó vomitando el pastel. Como ya no se puede chupar el dedo, se ‘chupó’ todo el trago. Todo quedó registrado en unas divertidas gráficas para el recuerdo familiar.

Roberto confiesa que jamás pensó que el resto de sus parientes ‘acolitaría’ de tal manera este festejo, que hasta invitación y todo tuvo, y que la pasarían tan bien.

El cumpleaños de ‘Tito’ sirvió para reunir a toda la familia, algo que se ha complicado por la pandemia.

Confiesa que el muñequito representa el amor a sus padres y por eso le tiene tanto aprecio y lo guarda como un trofeo. “Estuvo conmigo en la niñez, de adolescente y ya de mayor. Lo tenía como una copa ganada, una medalla, era un trofeo sagrado, y desde que me convertí en papá lo mantengo en el cuarto de mi hija”, contó.

Ayer ‘Tito’ se levantó con resaca por mezclar cerveza y sangría, pero estaba feliz porque seguro esta celebración es algo que su familia no podrá olvidar.