El Santísimo Sacramento recorre algunas calles y los hospitales de Cuenca en la provincia del Azuay. Es época de Corpus Christi, considerada una fiesta religiosa para celebrar la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.

Este evento religioso es uno de los más importantes en la ciudad azuaya; pero ahora, por la emergencia sanitaria, los festejos son limitados. No hay las procesiones por los alrededores del parque Abdón Calderón, tampoco los juegos pirotécnicos. No obstante, la fe y espiritualidad de los morlacos se mantienen intactos. Esa creencia se refleja desde la noche del jueves 11 de junio con la simplicidad del amor a Cristo, a través de una pequeña procesión con el Santísimo expuesto.

Desde lo alto de un carro alegórico, el sacerdote Marcelo López lleva en sus manos la efigie religiosa. Lo acompañan otros tres vehículos desde donde, a través de parlantes, se reza y se canta pidiendo esta vez al Supremo clemencia y misericordia para que pronto acabe la emergencia.

Los pequeños recorridos se realizan con ausencia de feligreses, bajo la organización de la Iglesia de Cuenca representada por el párroco de El Vergel y la colaboración de la Brigada de Artillería Número 27. Esta manera singular de conmemorar la fiesta religiosa concluirá el jueves 18 de junio.

Se prevé visitar los hospitales de Solca, Vicente Corral Moscoso, centros de alcohólicos anónimos, hogares de adultos mayores y orfanatos, donde los médicos, pacientes y ciudadanía pueda elevar una oración a Dios.

Los jueves se recuerda la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo, durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.