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‘Pincharon’ a los canillitas

El proceso se llevó a cabo en la Universidad Central, en Quito. Estaba previsto que cerca de 400 vendedores fueran inmunizados.

CANILLITAS
La mujer tiene su puesto cerca de un mercado. Ayer fue inmunizada con la primera dosis.Gustavo Guamán

La hora había llegado. Cristina Fonseca esperaba un tanto nerviosa su turno para recibir la vacuna contra el coronavirus. Parada en la cancha del coliseo de la Universidad Central, centro - norte de Quito, la mujer estaba en la lista de los 410 voceadores que tenían previsto inmunizarse ayer.

Fonseca, quien tiene su puesto en una esquina del mercado América, en el centro de la capital, estaba aliviada porque recibiría la primera dosis. “Ha sido una época bastante dura. Nosotros tenemos un trabajo al que nos exponemos a un contagio”.

Mario Báez, presidente de la Sociedad de Voceadores de Pichincha, explicó que el proceso fue sumamente rápido. “Pedimos que nos ayudaran poniéndonos la dosis un poco antes de lo previsto, porque no podemos dejar nuestros trabajos”, afirmó el dirigente.

Dijo que se asignó la dosis para todos los socios, pero había la posibilidad de que el turno se lo cediera a un pariente. Esto siempre y cuando ese familiar colaborara al vendedor en la comercialización de los periódicos.

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Seguir trabajando

La fila avanzaba y los voceadores que llegaron no esperaban mucho tiempo para recibir la primera inmunización. Fonseca, luego de vacunarse, detalló que contrajo el virus cuando comenzó la pandemia.

Eso la obligó a cerrar, por un tiempo, su puesto. A eso se sumó la declaratoria de la emergencia sanitaria, con la que se ordenó el aislamiento.

“Tuve un retroceso económico grave”, detalló la vendedora. Ella es madre de dos niños, a quienes debe mantener con su oficio.

Luis Erazo, vicepresidente de esta asociación, dijo que ellos hicieron la gestión, por su cuenta, para que los colaboradores puedan laborar más protegidos. “Lo primordial que requiere un voceador, para seguir trabajando, es tener bien su salud”, finalizó.