El hambre no espera. Eso es lo que dejaron ver un grupo de delincuentes durante el asalto en una propiedad rural del cantón El Carmen, la noche del pasado miércoles.

Mientras los dueños de casa, una pareja y sus tres hijos, estaban maniatados con los cordones de sus zapatos, los pillos se les ‘papearon’ una sandía, una papaya y hasta una lata de sardina.

Según los afectados, los delincuentes ingresaron a la casa tumbando la puerta, indicando que eran de la policía y que estaban ejecutando un allanamiento, pues tenían información de que en el lugar se guardaban vehículos robados.

Jairo Caiza, cabeza del hogar, dijo que a la vivienda ingresaron unos seis hombres, pero que afuera había más.

Mientras los pillos revolvían todo, la esposa de Jairo oraba y uno de los sujetos le permitió leer libros evangelizadores. “Yo creo que no eran delincuentes comunes, eran personas bien preparadas, educadas. No fueron agresivos y se comunicaban por radios con una mujer”, sostuvo la fémina, que encomendó su familia a Dios y además pidió para que se perdone el mal actuar de los delincuentes.

Hasta ayer los perjudicados no culminaban de enumerar todas las cosas que se les sustrajeron, sin embargo mencionaron que se les llevaron una camioneta, un Grand Vitara, maquinaria agrícola, televisores, una laptop, entre otros enseres.